Justicia ordena a Pelé pagar una pensión a dos nietos

Sao Paulo, 12 dic (EFE).- La Justicia brasileña ordenó al exfutbolista Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ pagar una pensión a sus nietos Octavio y Gabriel, hijos de su fallecida hija Sandra Regina, quienes alegan haber sido abandonados por su abuelo, informó hoy el abogado que representa a los menores.

«Los valores fueron fijados por la jueza de Osasco, pero nosotros entendemos que no fue un valor satisfactorio y entramos con un recurso, que fue juzgado ayer por el Tribunal de Justicia. Todavía no tuve acceso a los detalles de la nueva decisión. pero voy a enterarme», declaró al portal Globo el abogado Claudio Forssell.

Según la información, los menores, de trece y quince años de edad, deberán recibir, cada uno, una pensión mensual de siete salarios mínimos, equivalente a 4.746 reales (unos 2.029 dólares).

En octubre de este año, el abogado de los jóvenes presentó una demanda por abandono porque, según él, los menores viven sin seguro médico, con el pago de sus escuelas atrasado y en condiciones de pobreza, además de que sólo se encontraron con su abuelo una vez.

Los menores son hijos de Sandra Regina, quien fue concejal en el puerto paulista de Santos y murió de cáncer de mama en 2006, diez años después de ganar, en una prolongada batallada jurídica, el reconocimiento de paternidad a través de una prueba genética.

El viudo de Sandra Regina, Ozeas Felinto, indicó que los menores se entrenaron en equipos del sureño estado de Paraná y después recalaron en las divisiones menores del Sao Paulo, donde tenían una ayuda financiera, pero el club paulista decidió rescindir en 2012 su vínculo con los nietos de ‘o Rei’.

Pelé no se ha pronunciado sobre la decisión judicial.

Felinto declaró a la revista digital Purepeople que a sus hijos «no les faltó nunca nada y nada les va a faltar», dentro de lo que les puede ofrecer, pero manifestó que los otros nietos de Pelé «tienen condiciones diferentes».

«Creo que ellos (sus dos hijos) pueden estudiar en un colegio mejor. Existen algunos reparos en la vida que, cuando la persona no los repara desde el punto de visto afectivo, tiene que compensarlo en el financiero y los niños merecen eso», apuntó Felinto.

«Tener un abuelo tan conocido, para ellos, es motivo de mucho orgullo. Por eso, el gran deseo de los chicos es tener un mayor contacto afectivo con el abuelo. Mis hijos no querían dinero. Lo que Sandra siempre buscó es lo que ellos también buscan». EFE

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