Los asambleístas de la Comisión de Biodiversidad tienen previsto recorrer este lunes la provincia de Sucumbíos para constatar los supuestos daños ambientales ocasionados por Chevron-Texaco.
En este recorrido participarán, también, los representantes de Petroamazonas, así como del Ministerio del Ambiente.
Carlos Viteri, presidente de la Comisión, explicó que los pasivos ambientales son las deudas que una empresa tiene por daños ambientales; en el caso de la empresa Chevron-Texaco, recordó que durante 26 años, entre 1964 y 1990, la petrolera estadounidense explotó el crudo de la Amazonía ecuatoriana, en lo que hoy son las provincias de Sucumbíos y Orellana. Tras su salida del país, según Viteri, la empresa dejó en aquella zona pasivos ambientales. Una vez cerrado el Pozo Aguarico 4, la piscina en la que Texaco vertió el petróleo fue abandonada, sin pasar por un proceso de remediación.
Viteri asegura que Chevron provocó daños en un área de dos millones de hectáreas, aproximadamente, en una de las regiones más megadiversas del mundo. Dijo que vertieron 680 mil barriles de crudo a los ríos, flora y fauna de la región.
*Fuente: Asamblea Nacional