Vargas Llosa se va de Venezuela convencido de que la lucha «es victoriosa»

El escritor peruano Mario Vargas Llosa dijo hoy que ser reconocido por dirigentes del movimiento estudiantil venezolano lo emocionó más que haber recibido el Nobel de Literatura.

Vargas  Llosa escuchó a los dirigentes universitarios que protestan contra el gobierno de Maduro, y al finaliza le entregaron una bandera de Venezuela y una camiseta que simboliza su lucha, en la última sesión del foro sobre libertad en el que participó.

El ganador del Nobel asistió a una sesión de reflexión que cerró el foro por los 30 años del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), en el que insistió en exponer sus críticas al gobierno venezolano, al que calificó como una «semidictadura».

Vargas Llosa dijo que los estudiantes libran una lucha «libertaria» que más temprano que tarde logrará su objetivo.

«Me voy de Venezuela muy optimista, convencido de que esta lucha es victoriosa, que más a la corta que a la larga va a triunfar, va a resarcir a los venezolanos estos 15 años que han pasado, que van a salir vacunados de la locura del caudillismo», afirmó.

Señaló que siente un gran cariño por Venezuela, que en 1966 le concedió su primer lauro literario, el premio Rómulo Gallegos, y que ha impulsado como en pocas partes su carrera de escritor y por eso desde su posición de narrador intenta difundir sus ideas proclives a un cambio.

«Me da una gran tristeza que Venezuela no sea el país más rico y próspero de Latinoamérica y que haya retrocedido», dijo y mencionó que Venezuela sufre escasez y una violencia criminal que azota las ciudades.

Sin embargo, señaló que el homenaje que rindieron los estudiantes al entregarle una bandera y una camiseta lo emocionó «más que haber recibido el Nobel».

«Viva Venezuela libre», gritó al dar por terminada su participación en el foro.

Vargas Llosa insistió en señalar que el gobierno bolivariano sigue un modelo calcado de Cuba, al que llamó «fracasado».

«La salida de Venezuela será democrática y está más cerca de lo que uno pueda pensar. Venezuela ya es otro país, algo ha pasado hace dos meses. El cambio no tarda demasiado, este movimiento es irreversible. Venezuela no puede seguir en este modelo que la ha empobrecido», aseveró.

«Soy optimista. Esta lección debe ser aprovechada para vacunarse de la tentación del caudillismo. Los caudillos no resuelven los problemas, los problemas los resuelve la democracia», agregó.

 

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