El presidente Rafael Correa tocó, el pasado martes, el tema de la administración de los hospitales de la Junta de Beneficencia de Guayaquil. Se refirió a que la salud es un derecho de los ciudadanos y, por lo tanto, debe estar a cargo del Estado, «no de fundaciones, no tiene que estar en manos de patricios de buen corazón, tiene que estar en el Estado».
Correa hizo relación al sistema que funciona en Guayaquil, que es «inequitativo» y acostumbrado a «dar caridad, no justicia a los pobres. Yo quiero mucho a los miembros de la Junta de Beneficencia, creo que son gente de buen corazón, pero la salud es un derecho, no una caridad», manifestó.
El alcalde Jaime Nebot expresó su oposición a que el Estado maneje los hospitales de la Junta. «Si algo hay que respetar y apoyar es la tarea que cumple la Junta de Beneficencia de Guayaquil». Y añadió que la Junta está vinculada a los guayaquileños «desde que nace, en la maternidad, hasta que muere, en los cementerios, pasando por los hospitales que administra».
Los representantes de la Junta no se han pronunciado al respecto.
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