Ginebra, 18 jun (EFE).- A un lustro de celebrar el medio siglo, la feria de arte Art Basel, considerada por muchos la más importante del mundo, puede presumir de excelente salud, al menos financiera, dado que el valor total de las obras que se exhiben asciende a un monto de entre 2.700 y 4.000 millones de dólares.
Durante 45 años consecutivos, Art Basel, cuyo nombre le prestó la ciudad que la vio nacer, reunirá a partir de mañana y hasta el domingo 22 a la «crème de la crème» de los galeristas, compradores, intermediarios, coleccionistas, expertos, amantes del arte, y artistas del mundo entero, en la mayor, y según muchos, mejor exhibición de arte moderno y contemporáneo del mundo.
Los números, como siempre, abruman: 4.000 artistas, 285 galerías de arte provenientes de 34 países, 86.000 visitantes esperados, y un eventual volumen de negocio que superará con creces los mil millones de euros (1.300 millones de dólares).
Al menos eso es lo que estima la aseguradora AXA Art, que ha calculado que el valor total de lo expuesto asciende a una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones de euros (2.700 y 4.000 millones de dólares), un ascenso del 128,6 por ciento respecto a la edición de 2011.
A pesar de que Art Basel se ha expandido geográficamente en los últimos años con la apertura y consagración de sus filiales de Miami Beach y Hong Kong, la primigenia es la más codiciada por el sector.
Es por eso que más de un millar de galerías del mundo entero intentan cada año obtener un espacio en el recinto, a pesar de que el metro cuadrado cueste más de 500 euros (678 dólares), sin contar con los gastos de transporte y seguro de las obras.
Muchos de los preacuerdos de venta ya se han hecho con anticipación al evento, y la gran mayoría se han iniciado y concluido entre antes de ayer y hoy, los tres días en que el recinto está cerrado al público pero está abierto para los invitados «VIP», para que puedan admirar, negociar y adquirir las piezas que les interesen sin tener que codearse con la plebe.
En la frontera con Alemania y Francia, y a media hora de avión de Ginebra o poco más de una hora de Londres, Basilea es uno de los destinos favoritos de los ricos de Medio Oriente que pasan sus vacaciones en la ciudad de Calvino o en la capital británica antes de que comience el Ramadán.
Rusos y asiáticos han comenzado a abundar también en los últimos años, razón por la cual, ha aumentado a la par el número de galerías provenientes del continente asiático.
Pero más allá de estos ricos y lujosos nuevos compradores y de las adquisiciones que realicen, la feria es un éxito en si misma porque es un escaparate inigualable de las últimas creaciones en el mundo del arte contemporáneo, y porque atrae a todo tipo de público, tanto profesional y especializado, como amantes del arte o simples curiosos.
Precisamente, este fue uno de los objetivos de los fundadores de la feria –Ernst Beyeler, Trudi Bruckner y Balz Hilt- que en 1970 quisieron reunir en un solo espacio, el mejor arte del momento para que fuera admirado por los profesionales, pero también por el gran público, que ya en aquella primera ocasión acudió masivamente -16.000 personas- a la exhibición.
Muchas de las galerías que exponen son reincidentes de larga data, pero este año también habrá algunas que exhiben por primera vez, como la brasileña «A Gentil Carioca» o la mexicana «Proyectos Monclova».
La presencia latinoamericana también se hará notar en la sección Statements, que presenta a los artistas noveles y a las nuevas galerías, especialmente con la presentación de «Matar Vasijas» del mexicano Jorge Satorre, y la instalación «Stratigraphy of Memory» de la chilena Paula de Solminihac.
De la presencia española destaca la exhibición de las «obras precoces» del artista madrileño Santiago Sierra, algunas de las cuales son inéditas y serán expuestas en el espacio Feature por la galería KOW de Berlín.
En este espacio también participarán otros artistas de renombre como Jennifer Allora & Guillermo Calzadilla o la inefable Yoko Ono.
Art Unlimited – que acoge obras de arte de gran formato e instalaciones voluminosas que no caben en los tradicionales espacios de las galerías de arte tradicionales- volverá a mostrarse en el recinto estrenado el año pasado y diseñado especialmente por Herzog & de Meuron, los dos arquitectos suizos más reconocidos internacionalmente, y que tienen su principal sede en Basilea.
Otra novedad que se ha convertido en estable es el espacio Parcours: la exhibición de esculturas en plena calle, que este año invadirá el barrio Unteres Klein de la ciudad, y que podrán disfrutar aquellos que no quieran gastarse los más de 36 euros (49 dólares) que cuesta la entrada para un solo día a la exhibición principal. EFE
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