Irán, el gran ausente de París, observa con recelo coalición antiyihadista

El presidente francés, François Hollande (d), y su colega iraquí, Fouad Massoum (i), ofrecen un discurso dentro de la conferencia internacional destinada a coordinar la ayudas y las acciones contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) celebrada en París (Francia), hoy, lunes 15 de septiembre de 2014. Hollande subrayó que la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) requiere una respuesta global "que debe proceder de los propios iraquíes" y que demanda también la unidad y el apoyo de la comunidad internacional. EFE/Yoan Valat

Teherán, 15 sep (EFE).- Irán, el gran ausente (o excluido) de la conferencia de hoy en París para luchar contra el Estado Islámico (EI), observa con extremo recelo la coalición impulsada por EEUU, critica su formación -aunque comparte su objetivo- y ya ha marcado su línea roja: que no bombardee Siria.

O, al menos, que no bombardee Siria sin el consentimiento de Bachar al Asad, que tiene en la República Islámica a su mejor aliado.

Desde el primer momento, las declaraciones de Teherán respecto a los ataques de EEUU al grupo islamista fueron cautelosas y estuvieron destinadas a generar dudas sobre las intenciones de Washington en el país vecino.

Ahora, con el anuncio de la coalición de cuarenta países -entre ellos diez árabes y varios antagonistas de Irán en la región como Arabia Saudí-, Irán ha elevado el tono de sus críticas.

El viceministro de Asuntos Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, señaló ayer que su país no tiene «ningún interés» en participar en el acto de París, que calificó de «mero espectáculo», y aseguró que Irán apoya «un genuino combate contra el terrorismo tanto en la región como en todo el mundo».

El líder supremo iraní, Alí Jameneí, aseguró hoy que EEUU ha pedido hasta en tres ocasiones a Irán -a través de su embajador en Irak, el secretario de Estado, John Kerry, y su subsecretaria, Wendy Sherman- su participación en la coalición, a lo que él mismo se ha negado, al considerar que Washington «tiene las manos manchadas» por su apoyo a los grupos de oposición en Siria, a los que Irán considera terroristas y entre los que se encuentra el EI.

Tampoco le interesa a Irán unirse a una coalición que incluye a los saudíes quienes, a su entender, son uno de los países del Golfo que han financiado y fomentado al EI (también llamado ISIS o ISIL).

El diputado iraní Wahid Ahmadí, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior, tachó la conferencia de París de «nuevo juego de EEUU en Oriente Medio» y acusó a «EEUU, Francia y potencias árabes arrogantes» de «crear y entrenar al EI con su total apoyo», informó hoy la agencia parlamentaria ICANA.

Las autoridades de Teherán han recordado que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha aprobado esta operación contra los islamistas, lo que la deslegitima, y han advertido que, al contrario que en Irak, el gobierno sirio no ha dado su autorización para el bombardeo de posiciones de EI en ese país.

Al tiempo que rechazan la gran colación anti EI que va tomando forma, los iraníes recuerdan que cualquier lucha contra los islamistas que no cuente con ellos está perdida.

El presidente iraní, Hasán Rohaní, calificó la pasada semana de «simplista» creer que «el complejo problema del terrorismo se puede solucionar con bombardeos aéreos» y señaló que la lucha internacional contra el terror requiere «firmeza común y cooperación regional e internacional».

«El éxito contra el EI solo ha ocurrido cuando los chiítas seguidores de Irán han intervenido», dijo a Efe Mohamad Alí Abtahí, analista político que fue vicepresidente del país durante la Presidencia de Mohamed Jatamí.

«Daesh (acrónimo árabe de EI) creció gracias al apoyo de EEUU y Occidente que lo armaron para luchar en Siria contra Ál Asad», aseguró y añadió que su país no está de acuerdo con los ataques militares liderados por Occidente «porque no van a tener resultados».

En referencia a la reunión que organizó Kerry en Riad para pedir apoyo a los países árabes ironizó que «hacer una conferencia contra el EI en Arabia Saudí es como hacer una conferencia contra (la milicia chií libanesa) Hizbulá en Teherán».

Irán no puede permitirse formar parte de un grupo encabezado por su archienemigo, Washington -con quien no mantiene relaciones bilaterales desde hace 35 años, y cuyas políticas en Oriente Medio desprecia y tacha de imperialistas y coloniales- y al que se ha unido Riad.

Teherán considera a ambos responsables del incremento del islamismo suní en la región por su apoyo a los grupos de la oposición que luchan desde hace tres años contra el régimen de Al Asad en Siria, y se ve a si mismo como el gran opositor a ese terrorismo por su apoyo a Damasco y Bagdad.

Tampoco ve inocentes a potencias europeas que se han unido a la coalición y a las que acusa de haber guardado silencio durante años mientras el EI y otros grupos masacraban a la población siria.

Por otro lado, como señala el analista Davud Mohamadi en el rotativo reformista Sharq, también Washington tiene sus reticencias a sentarse con Teherán: lo primero por la oposición de su socio eterno, Israel, y lo segundo porque «la participación de Teherán en la coalición contra el EI desacreditaría el argumento estadounidense de que Irán apoya el terrorismo».

Pese a la retórica política, no son pocos los analistas y diplomáticos que aseguran que, sobre el terreno en Irak, Irán está coordinando con EEUU sus actividades contra los yihadistas. EFE

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