Un grupo de madres de estudiantes del colegio Mejía, en Quito, se declaró esta mañana en huelga de hambre en las afueras del plantel. Exigen que sus hijos sean reintegrados a clases, después que cumplieron la pena impuesta por jueces al haber protagonizado incidentes en las calles, durante las protestas ocurridas el 18 de septiembre pasado.
Ayer se conoció que las principales autoridades del colegio presentaron sus renuncias, informó el diario Últimas Noticias. El rector Jaime Torres; el vicerrector, Martín Angulo y el inspector General, Óscar Caizaluisa, (funcionarios encargados) enviaron una circular a los profesores de este plantel. Allí informaron que dejaron sus cargos. La razón que expusieron fue «por no estar de acuerdo con las políticas educativas que la Autoridad de Educación quiere imponer en este Plantel Educativo».
El ministro de Educación, Augusto Espinosa, confirmó a Últimas Noticias las renuncias. Espinosa dijo que Torres deja el cargo para evadir su responsabilidad sobre la decisión respecto al futuro de los alumnos suspendidos tras las protestas del 17 y 18 de septiembre pasado.
La subsecretaria de Educación, Francisca Herdoíza, se reunió esta mañana con las autoridades renunciantes del colegio Mejía y dijo que «ratifican la confianza del Ministerio y del ministro» en ellos, por lo que les pidió mantenerse en sus cargos, reportó Ecuavisa.
Al momento, son alrededor de 80 alumnos, entre mayores y menores de edad, que no pueden entrar a clases, desde que ocurrieron las protestas en el mes de septiembre.