El papa Francisco llega a Turquía con mensajes para el Estado Islámico

El papa Francisco llegó hoy a Turquía en un momento delicado para el país musulmán, que acoge a 1,6 millones de refugiados y sopesa como gestionar la amenaza del grupo extremista Estado Islámico, que en los últimos meses conquistó partes de Siria e Irak a lo largo de su frontera sur.

Se espera que Francisco emplee su discurso de bienvenida para denunciar la violencia cometida por los extremistas en nombre de dios, y expresar su solidaridad con los cristianos y otras minorías religiosas que fueron objeto de la ofensiva del grupo, masacradas y obligadas a abandonar sus casas.

El papa fue recibido por una hilera de mandatarios turcos, encabezados por el canciller Mevlut Cavusoglu, nada más bajar de su avión en el aeropuerto Esenboga de Ankara. Pasó revista y saludó a la guardia de honor turca antes de dirigirse al mausoleo del fundador de la república turca, Mustafa Kemal Ataturk, donde está previsto que realice una ofrenda floral.

Francisco elogió la buena voluntad de Turquía al dar cobijo a tantos desplazados durante un breve encuentro con periodistas a bordo del avión papal, reconociendo su respuesta humanitaria a «tantos refugiados de zonas en conflicto».

La visita de tres días dará al pontífice la posibilidad de encontrarse con la pequeña comunidad cristiana del país – menos de un 1% de la población turca es católica – y visitar al líder espiritual de los cristianos ortodoxos, el patriarca ecuménico Bartolomé I.

 Francisco ha visitado hoy, como primer acto oficial de su visita a Turquía, el mausoleo de Kemal Atatürk, el fundador de la república, en la capital, Ankara.

La visita al mausoleo, un elemento habitual en la visita de dignatarios extranjeros, se produjo entre enormes medidas de seguridad, que mantenían selladas numerosas calles de los alrededores.

Francisco lanzará un anuncio doble al grupo autodenominado Estado Islámico (IS): a través de su mensaje siempre enfocado a la paz y al diálogo y circulando por las calles de Ankara y Estambul casi a cuerpo gentil, a bordo de un vehículo normal y no con el blindado que le ofrecían las autoridades turcas.

En el avión que le llevó a Ankara (donde aterrizó a mediodía) afirmó que Turquía «es en estos momentos testimonio de ayuda a los refugiados de las zonas en conflicto», informa Efe. Su visita al país es una «actividad religiosa y humanitaria», añadió.

Tras un primer breve descanso en el aeropuerto, donde Francisco bebió un vaso del tradicional té turco, el pontífice se desplazó directamente al mausoleo en un Volkswagen Passat blindado, según la televisión pública turca TRT que emite la visita en directo.

El papa recorrió el mausoleo acompañado del ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, y colocó una corona de flores, concretamente claveles rojos y blancos, rotulada con las palabras «Papa Francisco» en inglés.

El papa firmó a continuación en el libro de visitas del mausoleo, donde escribió: «deseo que Turquía, que es un puente natural entre dos continentes, no sea solamente un cruce de caminos, sino un lugar donde todas las culturas, etnias, hombres y mujeres miembros de religiones vivan juntos en el diálogo».

Tras firmar en el libro, rezó un breve momento ante el mausoleo, que hoy ha permanecido clausurado a toda otra visita, aunque habitualmente es un popular destino del turismo local.

El papa está acompañado en su recorrido por la conocida actriz turca Serra Yilmaz, de 60 años, que oficia como traductora, función que ya cumplió en 2006 durante la visita de Benedicto XVI.

Al salir del mausoleo, Francisco se dirigió al Palacio Presidencial, para encontrarse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. EFE

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