Muerte de líder indígena antiminero José Tendetza hace noticia en The Guardian

José Isidro Tendetza, en una foto sin fecha conocida, difundida por el movimiento indígena de Zamora.

La aparición del cadáver de José Tendetza, exvicepresidente de la Federación Shuar de Zamora, que ha sido encontrado por sus familiares atado y enterrado, ha hecho noticia en el diario británico The Guardian. Tendetza fue un líder indígena antiminero que se oponía al proyecto Mirador, una gran mina de cobre y oro a cielo abierto, y que tenía planeado asistir a las reuniones mundiales sobre el clima que se están realizando en Lima.

La víctima estaba desaparecida desde el 28 de noviembre, cuando fue visto por última vez en momentos que se dirigía a una reunión de los manifestantes contra la minería del proyecto Mirador. Después de recibir informes el martes, su hijo Jorge desenterró el cuerpo de una tumba marcada «sin nombre». Los brazos y piernas estaban amarradas con una cuerda azul, según afirma su hijo.

Domingo Ankuash, dirigente Shuar, citado por The Guardian, dijo que había señales Tendetza había sido torturado, pero todos los hechos aún no han salido a la luz. «Su cuerpo fue golpeado, los huesos se rompieron», dijo Ankuash. «Había sido torturado y fue arrojado en el río. El mero hecho de que lo enterraron antes de decirnos, la familia, es sospechoso».

Tendetza había sido un destacado crítico de Mirador, una mina a cielo abierto que ha sido aprobado en una zona de importante biodiversidad que también es el hogar de los Shuar, segundo grupo indígena más grande de Ecuador.

El proyecto es operado por Ecuacorriente, originalmente una empresa de propiedad canadiense que fue adquirida por un conglomerado chino, CCRC-Tongguan Investment, en 2010. De acuerdo con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, el proyecto devastará alrededor de 450.000 hectáreas de bosque.

Una autopsia inicial ha dicho que las circunstancias de la muerte de Tendetza no estaban claros. No está claro si existe una segunda autopsia.

A principios de esta semana, un grupo de activistas que viajaban en una «caravana climática» fueron detenido seis veces por la policía en su camino a Lima y finalmente tuvo su autobús confiscado.

Los activistas, citados por The Guardian, dicen que fueron retenidos porque el presidente Correa quiere evitar protestas potencialmente embarazosos en la conferencia climática sobre su plan para perforar en busca de petróleo en Yasuní, una reserva del Amazonas y uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta.

Una vez elogiado por ser el primer país en elaborar una «constitución verde», que consagra los derechos de la naturaleza, la reputación ambiental de Ecuador ha caído en picado en los últimos años después que Correa ha puesto más énfasis en la explotación de petróleo, gas y minerales, en parte para pagar deudas contraída con China, según The Guardian.

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