AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — A la hora de hacer fiestas, los jolgorios del Año Nuevo están muy lejos de las fiestas de toma de posesión de gobernadores en todo Estados Unidos.
En Texas, los organizadores esperan recaudar 4 millones de dólares para celebrar la toma de posesión del nuevo gobernador y planean un concierto protagonizado por Lady Antebellum, un desfile por el Capitolio estatal y una barbacoa con cuatro toneladas de costillas de res. Los partidarios del gobernador electro de Wisconsin, Scott Walker, han programado varias actividades que incluyen una gala financiada en parte por paquetes de patrocinio que cuestan hasta 30.000 dólares cada uno.
Las festividades de toma de posesión del recientemente elegido gobernador demócrata de Pennsylvania costarán a los donantes un máximo de 50.000 dólares por cabeza e incluyen una fastuosa fiesta.
Once nuevos gobernadores toman posesión del cargo este mes y casi dos decenas más renuevan su juramento por un segundo, tercero y en el caso del gobernador de Iowa, Terry Branstad, por un sexto período. Muchos celebrarán con bandas y grandes fiestas y buena parte del costo lo cubrirán los mismos partidarios que financiaron sus campañas.
Sin embargo, los críticos consideran estas festividades otro medio para las empresas y personas acaudaladas consigan favores y en muchos casos sin la transparencia que exigen las leyes de financiación de campañas políticas.
«Todo es parte del sistema de favoritismos», dijo Craig McDonald, director ejecutivo del grupo de supervisión de tendencia izquierdista Texans for Public Justice. «Es más inquietante que lo de las campañas porque las normas son mucho menos estrictas. Permite que las empresas y otros gasten más dinero».
Sin embargo, no todos los gobernadores festejarán por lo alto.
El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, comenzó su segundo período con una sencilla ceremonia de juramento y un discurso en One World Trade Center. El gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, que asume el cargo con un déficit presupuestario de 1.500 millones de dólares, también se limitará a una recepción modesta en el Capitolio.
Otros gobernadores sacan el mayor provecho a la ocasión y solicitan donaciones de las personas y entidades que por lo general tratan de influir sobre proyectos de ley y normas estatales.
Los organizadores de las celebraciones del gobernador electo de Texas, el republicano Greg Abbott, tratan de recaudar 4 millones de dólares, una cifra récord para una fiesta de toma de posesión en el estado.
Los dueños de los Spurs de San Antonio Spurs y los Texans de Houston, así como la heredera de Walmart, Alice Walton, están entre los miembros del comité de toma de posesión de Abbott y además donaron a su campaña.
Como la mayoría de los estados, Texas no exige que se revelen en público las contribuciones a festividades de toma de posesión.
En Florida, donde el gobernador Rick Scott, quien ganó la reelección, ha decidido que las festividades de esta vez sean de menor escala que las de hace cuatro años, el comité organizador que supervisa sus actividades de toma de posesión planea recaudar casi 800.000 dólares. Eso incluye 100.000 dólares del Consejo de Seguros de la Florida y otros con intereses ante las autoridades estatales.