Terrorismo: La pesadilla de Europa

Residentes locales observan mientras un grupo de policía acompaña a unos rehenes después de terminar con un secuestro en una tienda kosher en París, el viernes 9 de enero de 2015. Tres terroristas tomaron rehenes en diferentes lugares de París, desatando el miedo en la ciudad. Los secuestradores fueron asesinados el viernes. También murieron tres de los secuestrados en medio del fuego. (Foto AP/Michel Euler)

Lóndres (AP) — El ataque de estilo militar contra el semanario Charlie Hebdo en París dejó en claro que Europa enfrenta una amenaza terrorista en evolución y cada vez más compleja que ya no está dominada sólo por grupos conocidos.

No se trata únicamente de al-Qaida, o del Estado Islámico de Irak y el Levante, ni de los discípulos de algunos guías religiosos incendiarios.

En vez de esto, dicen los expertos de seguridad, se trata de una furia generalizada impulsada por internet contra la sociedad occidental que se siente entre los musulmanes radicalizados y puede explotar en cualquier momento y lugar como la masacre en París, un ataque contra un museo judío en Bélgica o el asesinato de un soldado en las calles de Londres.

Este monstruo parecido a la hidra atormenta a los jefes de seguridad que tienen que enfrentar no sólo a los miembros de al-Qaida que buscan otro ataque como el del 11 de septiembre, sino como en París, con asesinos bien entrenados y armados que se vengaron de lo que percibieron como insultos a su religión asesinando periodistas.

En una inusual aparición pública Andrew Parker, director del servicio doméstico de seguridad en Gran Bretaña, MI5, dijo el jueves que acabar con los ataques terroristas se ha vuelto más difícil pues la amenaza es cada vez menos clara.

Es más complicado para los agentes acabar con los planes de pequeños grupos o «lobos solitarios», que actúan espontáneamente con una planeación mínima pero con efectos mortales, señaló.

«Creemos que desde octubre de 2013 ha habido más de 20 complots terroristas ya sea dirigidos o provocados por grupos extremistas», sostuvo al mencionar ataques mortales en Europa, Canadá y Australia. Parker dijo que los servicios de seguridad han detenido en los últimos meses tres complots terroristas potencialmente letales tan solo en Gran Bretaña.

Un policía enmascarado en una azotea en Dammartin-en-Goele, al noreste de París,  donde fueron acorralados los dos hermanos sospechosos del ataque terrorista contra el semanario Charlie Hebdo el viernes 9 de enero de 2015. El viernes dos grupos de atacantes tomaron rehenes en la ciudad movilizando a cientos de fuerzas de seguridad en París. (Foto AP/Christophe Ena)
Un policía enmascarado en una azotea en Dammartin-en-Goele, al noreste de París, donde fueron acorralados los dos hermanos sospechosos del ataque terrorista contra el semanario Charlie Hebdo el viernes 9 de enero de 2015. El viernes dos grupos de atacantes tomaron rehenes en la ciudad movilizando a cientos de fuerzas de seguridad en París. (Foto AP/Christophe Ena)

«El número de complots burdos pero potencialmente mortales ha aumentado», dijo advirtiendo que los planes a pequeña escala realizados por individuos volátiles son en sí «más difíciles de detectar para las agencias de inteligencia».

Los individuos no son parte de redes disciplinadas y sofisticadas además suelen actuar sin aviso, apuntó.

Cerca de 600 británicos han ido a Siria para unirse a los extremistas del país, y la mayoría se han unido al Estado Islámico, según Parker. Unos 550 alemanes han hecho lo mismo y se sabe que 180 han regresado a su país, incluyendo unos 30 radicales que se consideran extremadamente peligrosos, de acuerdo con el ministro alemán del Interior Thomas de Maiziere. Cerca de 1.200 franceses han ido a Siria, incluyendo unos 400 que siguen en la zona de guerra y 200 que van hacia allá, dijo el mes pasado el ministro francés del Interior Bernard Cazeneuve.

Parker señaló que se han vuelto intolerantes y han aprendido a matar.

Pero agregó que concentrarse sólo en esos individuos no funcionaría, porque al mismo tiempo grupos antagónicos de al-Qaida y el Estado Islámico en Siria intentan orquestar ataques mayores en Gran Bretaña y Europa occidental.

Las sociedades abiertas tienen problemas para protegerse contra el terrorismo, cuyos perpetradores son ayudados por las libertades y la apertura a la que se oponen. Pero en Europa varios factores complican la situación.

El principal es que hay una gran población musulmana en muchos de sus países, el mayor grupo se encuentra en Francia, pero también hay en Bélgica, Suecia, Alemania, Gran Bretaña e incluso en España e Italia. El tamaño de estas comunidades facilita que los radicales se oculten en ellas.

El asunto se complica por el hecho, de que muchos inmigrantes no están bien asimilados en la sociedad occidental. Aunque la mayoría de los inmigrantes respetan la ley y no son hostiles, parece que muchos no han adoptado los valores liberales de occidente, incluyendo la libertad de expresión que puede llegar a la sátira sobre figuras religiosas. Esto crea una atmósfera en la que el radicalismo puede sobrevivir y a veces florecer.

Magnus Ranstorp, especialista en terrorismo del Colegio Nacional Sueco de Defensa, dijo que una nueva generación de jóvenes musulmanes ha crecido en ciudades europeas tras el 11 de septiembre y hasta cierto punto ha adoptado la visión de al-Qaida de que Occidente está en guerra contra el Islam, primero en Afganistán, después en Irak y ahora en Siria.

A la vez, dijo Ranstorp, la descarada proclamación del Estado Islámico de un califato ha atrapado la imaginación de muchos jóvenes musulmanes Europeos que quieren ir a Siria para sumarse a la batalla y llevarla a casa.

«Las tensiones sectarias en Oriente Medio están reflejadas en nuestras ciudades en Europa», sostuvo. «Hay un activismo cada vez más estridente en las comunidades musulmanas».

Ranstorp consideró que muchos musulmanes se sienten segregados en comunidades pobres a las afueras de las capitales y están dispuestos a combatir.

«Hay una polarización mucho más aguda de la sociedad», dijo, al tiempo que destacó el avance de la extrema derecha y los partidos políticos antiinmigración opuestos al crecimiento del Islam en Europa. «La gente está realizando el trabajo violento en grupos pequeños, pero todos están unidos y saben a qué dirección van. Tienen muy clara la meta. El califato les da esa meta común, esa unidad y ese impulso».

El reto para las autoridades de seguridad se acentúa por el libre tránsito de personas que es uno de los ideales más defendidos por el proyecto de integración europeo, pues se tiene la fe en que las fronteras abiertas impulsarán el comercio, los empleos y la prosperidad.

Pero también facilita que cualquier persona con intenciones de cometer crímenes y un pasaporte europeo cruce fronteras para realizar un ataque, esto pasó en mayo cuando unos franceses relacionados con el Estado Islámico en Siria cruzaron a Bélgica y mataron a cuatro personas en el Museo Judío en Bruselas.

Unos hombres enmascarados pasan frente a un policía momentos después de dispararle fuera de las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París en una imagen tomada de un video amateur grabado el miércoles 7 de enero de 2015 por Jordi Mir. Resisdentes de París capturaron imágenes perturbadoras de dos hombres enmascarados disparándole en la cabeza a un policía tras el ataque en Charlie Hebdo. (Foto AP/Jordi Mir) NO SALES
Unos hombres enmascarados pasan frente a un policía momentos después de dispararle fuera de las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo en París en una imagen tomada de un video amateur grabado el miércoles 7 de enero de 2015 por Jordi Mir. Resisdentes de París capturaron imágenes perturbadoras de dos hombres enmascarados disparándole en la cabeza a un policía tras el ataque en Charlie Hebdo. (Foto AP/Jordi Mir) NO SALES

El congresista estadounidense Adam Schiff, integrante de la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que las autoridades estadounidenses están haciendo un gran esfuerzo para rastrear a los estadounidenses que han ido a combatir a Siria e Irak. Pero el reto para las autoridades europeas es mucho más grande, señaló.

«Es duro, especialmente cuando no tenemos mucha información de inteligencia en lugares como Siria para identificar que le ha pasado a los estadounidenses que han ido al extranjero para combatir», dijo. «Es muy opaco y difícil de rastrear. El problema se agrava cien veces más en Europa, donde la gente puede viajar libremente sin un pasaporte».

Gran Bretaña tomó medidas unilaterales el jueves para hacer más estrictas sus revisiones fronterizas en puertos y estacione de tren y España aumentó su alerta antiterrorismo, no por un complot en específico, sino por la sensación generalizada de que Europa, no sólo Francia, está en un riesgo mayor tras el ataque en París en la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo, que dejó una decena de personas muertas.

España también intensificó su seguridad el jueves en centros de tránsito como aeropuertos y estaciones de tren, plantas nucleares, redes de electricidad y sus fuentes acuíferas.

«El escenario internacional nos permite hablar de una amenaza genérica que compartimos todos los países occidentales», dijo el ministro español del Interior Jorge Fernández Díaz.

Fernández Díaz señaló que la rivalidad entre las dos principales organizaciones terroristas, que luchan por la supremacía en Siria y otros territorios, se siente en Europa.

«Existe una clara pugna por asumir el liderazgo en ese mundo terrorista, un liderazgo de terror, entre al-Qaida y el Estado Islámico y que se puede traducir en el intento de cometer atentados», dijo.

En su discurso del jueves Parker se esforzó por no usar el nombre elegido por el Estado Islámico pero dijo que el grupo tiene una estrategia efectiva en redes sociales que les ha permitido difundir su «mensaje de odio directamente a los hogares del Reino Unido».

Parker agregó que el grupo representa una amenaza triple: ha asesinado a británicos inocentes en Siria, usa Siria como base para dirigir ataques terroristas contra Gran Bretaña y está usando su propaganda sofisticada para incitar a británicos a realizar ataques en el país.

Los hermanos sospechosos por los asesinatos de Charlie Hebdo eran conocidos por el servicio de inteligencia de Francia y estaban en la lista de personas sin autorización para volar a Estados Unidos, pero a pesar de esto las autoridades no pudieron prevenir el ataque en parte porque el grupo involucrado en la planeación podría haber sido bastante pequeño y operar sin que la inteligencia lo detectara. Lo mismo ocurrió cuando dos extremistas británicos inspirados por al-Qaida apuñalaron a muerte al soldado Lee Rigby en una transitada calle de Londres en mayo de 2013.

Peter Neumann, director del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización en el King’s College de Londres, dijo que los ataques menores vistos últimamente reflejan un cambio de estrategia entre los grupos yihadistas, que tenían antes ambiciones de crear incidentes tan grandes como los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos o del metro de Gran Bretaña el 7 de julio de 2005.

«Lo que ha ocurrido desde el año pasado es que todos se puede provocar el mismo terror si se hacen ataques pequeños que no requieren construir una bomba», dijo Neumann. «Han sido increíblemente efectivos».

Neumann pronosticó que habrá otros ataques similares en el futuro.

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