Berlín, 16 ene (EFE).- El ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, calificó hoy de «serio» el estado de seguridad en su país tras los atentados de París y los arrestos de tres presuntos miembros del Estado Islámico (EI) en Alemania, aunque pidió evitar el alarmismo.
«La situación es seria, hay razones para la preocupación y la prevención, pero no para el pánico y el alarmismo», manifestó De Maizière en un comunicado poco antes de que el semanario «Der Spiegel» informara de que los servicios secretos tienen datos que apuntan a que elementos yihadistas han planeado atentados contra las estaciones centrales de trenes de Berlín y Dresde (este).
Las fuerzas de seguridad alemanas, agregó el ministro, están haciendo «todo para proteger a la población de forma efectiva» y, tras los últimos actos terroristas -e incluye también los de Australia, Canadá y Bruselas-, se muestran «vigilantes», «prudentes» y «responsables».
De Maizière puso como ejemplo las últimas detenciones en Alemania: un alemán de origen tunecino en Wolfsburgo (centro del país) y dos turcos en Berlín, los tres acusados de pertenecer al EI y haberestado en Siria.
«La variedad de medidas ejecutivas tomadas en los últimos tiempos demuestran que Alemania es una democracia fuerte que combate a sus enemigos con todos los medios a disposición del Estado de derecho», aseguró el ministro.
El portavoz de ese departamento, Tobias Plate, aseguró hoy que Alemania, que no sigue un sistema de niveles de seguridad identificados por colores como otros países, se enfrenta a un «alto riesgo abstracto», ya que no hay indicios concretos de un ataque terrorista.
En este sentido, las fuerzas de seguridad indicaron recientemente ante el parlamento alemán que no hay ningún indicio concreto sobre hora o lugar de un atentado.
Por su parte, el semanario «Der Spiegel» avanzó hoy que los servicios secretos alemanes son conscientes de amenazas genéricas, basadas en informes sobre conversaciones entre «conocidos yihadistas internacionales» en las que se plantean atentados contra las estaciones centrales de trenes de Berlín y Dresde (este del país).
Según informes «coincidentes» de varios servicios secretos extranjeros amigos trasladados a la inteligencia alemana, apunta «Der Spiegel», en estas conversaciones también se aborda la posibilidad de atentar contra las marchas islamófobas de los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), que cada lunes desde hace meses reúnen a miles de personas en Dresde.
La revista indica además que la presencia policial se ha reforzado en las estaciones de trenes de las mayores ciudades de Alemania.
La seguridad se ha incrementado asimismo en otros lugares sensibles, como el centro de prensa del Gobierno alemán, donde se celebran la mayoría de conferencias de los ministros y portavoces ministeriales. EFE