Separatistas prorrusos consideran «muertos» los acuerdos de paz de Minsk

Eduard Basurin.

Moscú, 28 ene (EFE).- Los separatistas prorrusos consideraron hoy «muertos» los acuerdos de paz de Minsk de septiembre de 2014, en los que Kiev y los rebeldes acordaron un alto el fuego y el trazado de una zona de separación entre ambos bandos.

«Los acuerdos de Minsk pueden considerarse muertos. De la forma en la que están escritos ya no están vigentes», dijo Eduard Basurin, subjefe del mando militar de la autoproclamada república popular de Donetsk, citado por las agencias rusas.

Basurin agregó que los insurgentes están dispuestos a continuar las negociaciones, pero «en otro formato».

Tanto Rusia como los separatistas acusan a Kiev de violar el alto el fuego al reanudar los ataques con fuego de artillería contra las plazas fuertes rebeldes y de aprovechar la tregua exclusivamente para reagrupar fuerzas y movilizar nuevos reclutas.

Las autoridades ucranianas, por su parte, acusan a los rebeldes de violar flagrantemente los acuerdos de Minsk, que obligaban a ambos bandos a mantener sus posiciones y crear una zona desmilitarizada de 30 kilómetros de ancho, de la que debían retirar su armamento pesado.

Tras la reanudación de los combates en la segunda semana de enero, las milicias de Donetsk arrebataron el aeropuerto a las fuerzas gubernamentales y lanzaron la pasada semana una ofensiva general para unificar el frente con la vecina Lugansk.

Por otra parte, Basurin adelantó que las milicias rebeldes han estrechado el cerco en torno a los 10.000 soldados ucranianos desplegados en la localidad de Debaltsevo, estratégico nudo de comunicaciones entre Donetsk y Lugansk, principales plazas fuertes de los rebeldes prorrusos.

Las milicias han tomado posiciones en las afueras de esa localidad y se han hecho con el control de la carretera que une Debaltsevo con Artiomovsk, aunque reconocen que aún no han logrado cerrar el cerco sobre la ciudad.

En total, según los rebeldes, cerca de un centenar de soldados gubernamentales habrían caído hoy en los combates, con lo que Kiev habría perdido más de un millar de efectivos desde principios de año.

El mando militar ucraniano, que siempre ha negado esas cifras de muertos, tachó hoy de «fantasía» el cerco de Debaltsevo, cuya caída en manos rebeldes retrotraería el frente a mediados de 2014, antes de la firma de los acuerdos de Minsk.

«La situación más tensa se observa junto a Debáltsevo, donde las tropas terroristas y rusas suman unos 2.500 hombres, con apoyo de hasta 35 tanques, 55 carros artillados, más de 50 piezas de artillería y 22 lanzaderas de misiles», afirma un comunicado difundido por los militares ucranianos.

La OTAN responsabiliza a los rebeldes y a Rusia de la actual escalada de violencia, mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Kiev de renunciar al arreglo pacífico del conflicto y tachó a las fuerzas ucranianas de «legión extranjera de la OTAN».

Desde su estallido, en abril del año pasado, el conflicto armado en el este ucraniano se ha cobrado más de 5.000 muertos y ha provocado el éxodo de cientos de miles de personas. EFE

Más relacionadas