La Gaîté Lyrique de París explora el futuro en el oráculo del diseño

París, 2 abr (EFE).- La Gaîté Lyrique, espacio parisiense dedicado a la prospección cultural y a la música de la era digital, y el Centro Nacional francés de las Artes Plásticas (CNAP) inauguran «Oracles du design», una exhibición que aspira a captar tendencias y ser oráculo artístico y social.

Los españoles Javier Mariscal, Òscar Tusquets, Patricia Urquiola, Jaime Hayón y Nacho Carbonell, y los brasileños Fernando y Humberto Campana y Roberto Almeida, representan la creación iberoamericana en el seno de una lista de más de 170 grandes nombres del diseño mundial, procedentes de 17 países, en su mayor parte europeos.

Para dar con sus creaciones más proféticas, la Gaîté y el CNAP encargaron a la experta internacional Lidewij Edelkoort la titánica tarea de seleccionar 200 piezas entre las más de 6.500 que posee el centro, cuya colección está integrada por 95.000 objetos de arte.

«Al final fueron 225», dijo a Efe la mítica cazadora de tendencias holandesa, quien hace unos años formó parte de una de las comisiones de adquisición del CNAP, establecimiento público que desde 1982 impulsa la creación contemporánea en todos los dominios de las artes visuales, del vídeo y la pintura a las artes gráficas.

De ahí el subtítulo de la muestra: «Una mirada sobre la colección del Centro Nacional de las Artes Plásticas», reflejo del deseo de revelar al gran público la envergadura de ese fondo estatal lleno de tesoros.

Una escenografía visual y sonora de Clémence Farrell acompañará hasta el próximo 16 de agosto las valiosas piezas con las que Edelkoort compuso sus vaticinios, impregnados de optimismo, al revelar en su opinión «que estamos mejor de lo que creemos».

La experta trabajó «por etapas» y surgieron en su mente diez campos temáticos: Simple, Humilde, Curioso, Hinchado, Abstracto, Naïf, Nómada, Mutante, Orgánico y Arcaico, correspondientes a otros tantos estilos de vida y necesidades vitales, reflejo de la sociedad actual y su futuro.

La sección «Humilde», reunión de piezas blancas en una habitación cuyos cuatro muros parecen expandirse dulcemente gracias a juegos de luces y proyecciones, es la única que cuenta con sala propia.

El resto de sillas, sillones, butacas, canapés, armarios, mesas, mesitas, relojes, lámparas, estanterías, jarrones, taburetes, utensilios de cocina y objetos de la vida cotidiana, junto con algunos, muy raros, vestidos, se suceden por temas sobre un vasto y ancho podium alargado de cemento gris, como en un desfile estático.

«Para definir mejor las grandes corrientes actuales», una excepción confirma la regla: frente al blanco de lo «humilde» y el color de todo lo demás, el recorrido comienza teñido de negro.

Muros, podio y objetos particularmente icónicos, del bolso Kelly (1935-2008), al teléfono móvil «Communicator» (1996) o la lámpara «Lounge Gun» (2005) de Philippe Starck, todo es color carbón en esta sección donde Edelkoort se pregunta «cómo estaremos conectados, por qué seguimos siendo bebés y cuándo volveremos a ser nómadas».

Es la figura profética, «algo finalmente muy antiguo, procedente de las tinieblas y anunciador de futuro», resume a Efe el director artístico de la Gaîté, Jérôme Delormas, al comentar esta sala.

Desde «la idea del objeto-oráculo como reflejo de los modos de vida contemporáneos, la muestra explora «con mucho humor» la porosidad entre creación, mundo real, usos y vida cotidiana y refleja «que estamos en una sociedad mutante», que duda, que ha perdido un poco el norte y parte en muchas direcciones, añade. EFE [I]

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