Un nuevo fuego se ha declarado en la fábrica de productos químicos del este de China que sufrió una explosión y un incendio en la tarde del domingo y que se había dado hoy por extinguido.
Según informa la cadena estatal CCTV, las llamas han vuelto a aparecer en la planta química «Dragon Aromatics«, en la ciudad de Zhangzhou (provincia oriental de Fujian), después de que los bomberos dieran el fuego por extinguido, y alcanzan los cien metros de altura.
El equipo de bomberos que estaba abandonando el lugar, tras una noche sin dormir combatiendo el anterior incendio, ha tenido que volver a la planta, indica ese medio oficial.
La explosión en la planta, la segunda que sufre desde que fue abierta, provocó que las autoridades decretaran hoy una alerta química en la zona, si bien expertos trasladados al lugar aseguran que no hay rastro de fugas químicas en las localidades cercanas a la planta.
Al menos seis personas resultaron heridas en la explosión, ocurrida alrededor de las 19h00 del domingo (11h00 GMT), de acuerdo con los últimos datos de las autoridades.
Las primeras investigaciones apuntan a que la explosión se produjo a consecuencia de un incendio en una instalación de xileno por un derrame de petróleo, señala la CCTV.
El departamento de bomberos de la provincia de Zhangzhou señaló anteriormente en su microblog que una sustancia química tóxica se había filtrado y que un número indeterminado de personas resultaron heridas por cristales a consecuencia de la explosión, que las autoridades cifran en seis.
Medios del país asiático ascienden la cifra a al menos catorce heridos, entre ellos, cuatro bomberos.
Alrededor de 350 policías, más de 600 bomberos y 400 soldados fueron desplegados en el lugar esta mañana.
La instalación también sufrió una explosión en julio de 2013, aunque no hubo víctimas ni fugas químicas, y es propiedad del grupo petroquímico taiwanés Xianglu, un importante productor de paraxileno.
El paraxileno -un producto químico utilizado en la fabricación de ropa de poliéster y botellas de plástico- es peligroso si se inhala o se absorbe por la piel, y puede dañar los órganos abdominales y el sistema nervioso.
En un principio, la fábrica iba a ser construida en la ciudad costera de Xiamen, también situada en la misma provincia, pero la compañía decidió cambiar su localización tras una multitudinaria protesta en 2007.
Los residentes cercanos a la planta fueron traslados a 18 kilómetros del lugar de la explosión, recogen medios locales.
Las plantas químicas en China son motivo frecuente de queja por parte de la población, que denuncia, a veces mediante multitudinarias protestas que han paralizado proyectos, la emisión de gases tóxicos y su falta de seguridad. EFE (I)