Buenos Aires, (EFE).- La denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas encontró hoy un nuevo escollo en su trajín judicial al toparse con la negativa de un fiscal de la Cámara Federal de Casación Penal a promover la causa.
El fiscal de la Cámara de Casación, Javier de Luca, desestimó hoy la denuncia de Nisman al presentar un dictamen ante ese tribunal en contra de la apelación promovida por el fiscal Germán Moldes, de la Cámara de Apelaciones, luego de que en esa instancia judicial también se rechazara continuar con la causa.
«No es posible avanzar en las propuestas procesales de prueba de algunos hechos de la denuncia, porque tales hechos no configuran delito», justificó De Luca en su escrito, en línea con lo sostenido por el juez Daniel Rafecas en primera instancia y con la mayoría de los magistrados de la Cámara Federal.
Ahora los jueces de la Cámara de Casación, ya con el dictamen del fiscal De Luca en sus manos, deberán decidir si dan curso a la investigación, tal como lo reclama Moldes, o desestima la denuncia que Nisman presentó el pasado 14 de enero, cuatro días antes de ser hallado muerto de un disparo en la cabeza en su apartamento.
Nisman, que investigaba el atentado contra la mutualista judía AMIA, ocurrido en 1994 y en el que murieron 85 personas, denunció a Cristina Fernández, al canciller argentino, Héctor Timerman, y a otros colaboradores del Gobierno como presuntos responsables de orquestar un plan para exculpar a los sospechosos iraníes de provocar el ataque.
La denuncia de Nisman situaba en el centro del presunto plan de encubrimiento el memorándum de entendimiento firmando entre Argentina e Irán en 2013.
El acuerdo fue aprobado por el Paramento argentino pero se encuentra suspendido después de que organizaciones judías lo denunciaran por inconstitucionalidad, a la espera de una decisión judicial en firme.
Por su parte, Irán nunca ratificó el memorándum.
Nisman consideraba que con ese documento se pretendía «la eliminación de las alertas rojas» de Interpol para la captura de los sospechosos iraníes y «la creación de una Comisión de la Verdad que, eventualmente, introduciría una ‘pista falsa’ para desviar la pesquisa».
En su dictamen de hoy, De Luca, cuestionado por la oposición por su supuesto sesgo oficialista, sostuvo que «no es Argentina ni la República Islámica de Irán por sí mismos, ni el acuerdo entre ambos países, los que podrán generar automáticamente la baja de las alertas rojas, de modo que, toda construcción argumental respecto de que ese era el nudo del acuerdo, se cae por su propio peso».
«Solo los jueces son quienes pueden solicitar a Interpol las altas y bajas de las capturas internacionales», recordó.
Según De Luca, la denuncia de Nisman pretende que las supuestas negociaciones «ya constituyen actos de tentativa de encubrimiento o de encubrimiento consumado» y por ello «se demanda la pertinente investigación».
Pero para el fiscal de la Cámara de Casación esas gestiones «no constituyen delito en Argentina porque no está previsto el delito de conspiración» para el encubrimiento.
«No pueden ser considerados actos de conspiración las conductas denunciadas por el hecho de haberse llevado a cabo de manera reservada, porque por su propia naturaleza, las relaciones diplomáticas se llevan a cabo en la más estricta reserva», señaló.
Poco antes de conocerse el dictamen del fiscal, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y un grupo de políticos de oposición, intelectuales y periodistas entregaron hoy al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, un petitorio para pedir al máximo tribunal que la Justicia no desista de seguir adelante con la denuncia presentada por el fallecido procurador.EFE