A bordo del Titanic chavista

Martina Vera

Martina Vera
Madrid, España

El clima político en España bulle cada vez con mayor potencia. Casos de corrupción y desprestigio atacan los partidos con apetito voraz y el último escándalo cruza el Atlántico desde nuestras tierras. Curiosamente, el desastre recae sobre los hombros de Podemos, formación reciente, que dice encarnar el desencanto del pueblo hacia políticas tradicionales, explotadoras y corruptas. Esta semana, salen a flote los vínculos ideológicos y financieros de ese Partido con el chavismo de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. El Periódico La Razón describe los acontecimientos con el titular: “El Trabajo Sucio de Podemos en Venezuela”. ¿Accedemos los ecuatorianos a ser partícipes de ese “trabajo sucio”?

Panorama político desastroso

Una recomendación: si es español o tiene amigos en ese país, no desayune mientras ve las noticias. ¡Corre el riesgo de atorarse hasta arder de la indignación! Los casos de corrupción que se destapan en casi todos los partidos de primera línea son pan de cada día en los telediarios y causan indignación al contribuyente engañado y aún sometido ante la crisis.

Le resumo los titulares matutinos de un día cualquiera:

“Ex tesorero del PP (partido oficialista) investigado por tramitar pagos en negro a los dirigentes del partido”.

“Vicepresidente de Aznar (PP) y ex Director del FMI, Rodrigo Rato afronta acusaciones por delitos fiscales, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes”.

“Chávez y Griñán (PSOE) comprometen a su partido en Andalucía. Se les acusa de transferencias ilegales con las que se pagaban ayudas a empresas en el caso de los ERE”.

En medio de tal estruendo, Podemos, partido experto en aprovechar el momento, explota los escándalos ajenos  para destacar como alternativa limpia y próspera a un pasado putrefacto. A pesar de ello, los titulares de esta semana dejan en evidencian lo contrario pues, en este caso, quien lanza la piedra no está libre de pecado. ¿El nuevo titular?

“Julio Montoya, político de oposición en Venezuela, llega a Madrid con 270 documentos que aclaran si Venezuela financió indirectamente a Podemos con contribuciones a la fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales)”.

¿Patrocinó Ecuador el “trabajo sucio”?

Llega Julio Montoya a España con documentos que obtuvo de la Agencia de Inteligencia Venezolana y está dispuesto a hablar con partidos políticos y con la fiscalía. ¿Qué sabemos de esos documentos? De momento, el escándalo que germina apunta a que líderes de Podemos como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón, recibieron contribuciones de Chávez, a través del CEPI, por un valor de 3,7 millones de euros desde el 2002 hasta el 2012. Eso lo atestiguan las cuentas depositadas en el registro de fundaciones del Ministerio de Cultura.

Ecuador entra en la historia cuando se menciona que Juan Carlos Monedero adicionalmente cobró  a nuestro gobierno, junto con los de Nicaragua, Venezuela y Bolivia, 425.000 euros por elaborar un informe relacionado a la implantación de una moneda en toda América Latina. ¿Una moneda única? Curiosa maniobra en un entorno donde el oficialismo en Ecuador niega contemplar iniciativas para abandonar el dólar. A pesar de ello, todos merecen el beneficio de la duda, así que le doy el suyo al oficialismo y abandono este punto. Aún entonces, quedan asuntos que cuestionar, cómo los fines y el tipo de propósitos a los que se destinan nuestros ingresos. Claramente ese, es un dilema que no se olvida cuando el sobregasto del pasado supone altos costos en esta época de vacas flacas.

España despierta ante la demagogia. ¿Nosotros?

En este momento, Juan Carlos Monedero afronta problemas con Hacienda en España por el modo en que cobró el dinero al que nos referimos y por los impuestos que ha pagado a la Hacienda Pública.  Por si eso fuera poco, el Diario La Razón revela que el Partido no solo tiene vínculos económicos con el chavismo, sino que también prestó su asesoría ideológica en Venezuela. Cita el caso del asesinato del diputado chavista Robert Cierra como ejemplo de un momento en que Podemos recomendó a Chávez instrumentalizar esa muerte para atacar a la oposición. Los vínculos con el chavismo que irrespeta los DDHH y oprime la libertad de con desenfrenadas estrategias demagógicas, no agradan a la población española. Esa relación se castiga hoy en día con la intención de voto.

El papel de Ecuador en esta historia es muy distinto al de España. Nuestro rol  equivaldría al de los violinistas del Titanic, que tocan su último concierto a la espera de que se hunda el barco en lugar de luchar por salvar nuestras vidas y las de otros. España despierta ante la demagogia a escasos meses de entrar en ella. Nosotros, permanecemos dormidos. Esa parsimonia les costó la vida a los músicos del Titanic. ¿Decidimoss salir a flote o nos hundimos en este barco?

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