Premios Pritzker lamentan la burocracia y la pérdida de poder del arquitecto

Premios Pritzker lamentan la burocracia y la pérdida de poder del arquitecto. Foto de www.noticiasdenavarra.com

Pamplona (España), (EFE).- Los arquitectos y premios Pritzker Rafael Moneo, Eduardo Soto de Moura y Álvaro Siza lamentaron hoy que las dificultades crecientes para hacer su trabajo debido a la «perdida de poder» del arquitecto, en beneficio de los ingenieros y a la creciente «burocratización» de su labor.

Moneo, Soto de Moura y Siza, protagonistas hoy de una jornada de debate celebrada en la Universidad de Navarra (norte de España) con motivo del 50 aniversario de su Facultad de Arquitectura, coincidieron en considerar que el papel tradicional del arquitecto como responsable último de los proyectos está cambiando.

El español Rafael Moneo, galardonado con el Pritzker en 1996, aseveró en ese sentido que «la profesión del arquitecto, tal como la hemos conocido, está en un momento de evolución clara», aunque no quiso trasladar tampoco una visión «apocalíptica».

En el futuro, apuntó, habrá profesionales a los que se seguirá s llamando arquitectos, pero quizá no asuman «ese papel de último responsable de la apariencia» del edificio, debido a la creciente intervención de especialistas por la «complejidad normativa» y a los conocimientos específicos que son necesarios sobre los nuevos elementos que proporciona la industria.

En la sociedad contemporánea, «el arquitecto no juega el papel que ha jugado», por lo que es necesario «rescatar» la función de la arquitectura «para la construcción de las ciudades y para una vida más equilibrada», declaró Moneo, autor de la ampliación del Museo del Prado o de la catedral de Nuestra Señora en Los Ángeles (EE.UU.).

El portugués Eduardo Soto de Moura, Pritzker en 2011 y autor de proyectos como el Mercado Municipal y el Estadio Municipal de Braga o la vivienda para la Quinta do Lago, expuso la situación que se vive en su país, donde «luchó» junto a Álvaro Siza «para que sólo el arquitecto pudiera firmar los proyectos, y lo conseguimos durante un tiempo», pero ese logro ya se ha perdido.

Los arquitectos «podemos coordinar y fiscalizar proyectos en toda Europa, salvo en Portugal», lamentó Soto de Moura, que no obstante opinó que se trata de una situación temporal.

Su compatriota Álvaro Siza (Motosinhos, 1933), ganador del premio Pritzker de 1992, intervino en el debate a través de una entrevista grabada, en la que afirmó que esta situación «preocupa» a todos los profesionales.

Siza, autor de obras emblemáticas como el edificio Schlesisches Tor (Berlín), la Torre de Siza (Maastricht, Holanda) el Centro municipal de distrito sur (Rosario, Argentina) o la Fundación Serralves (Oporto), aseguró que hasta hace poco tiempo el arquitecto podía desarrollar «en condiciones óptimas» su trabajo, de carácter interdisciplinar.

Sin embargo, ahora hay «una idea que está ganando terreno» y es que el arquitecto lleva a cabo una «coordinación» de los especialistas, pero no controla los proyectos y esta tendencia «está llegando a puntos absurdos». EFE

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