Nave de carga rusa se precipita hacia la Tierra

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El carguero espacial ruso Progress M-27M se precipita hacia la Tierra sin que se sepa exactamente ni cuándo ni dónde caerán sus restos, en un doloroso revés para la industria aeroespacial de Rusia.

«Pronosticar con exactitud la fecha y lugar donde caerán los fragmentos del Progress que no se desintegren en la capas densas de la atmósfera sólo será posible unas horas antes de que esto ocurra», dijo hoy a la agencia oficial rusa RIA Nóvosti una fuente del sector aeroespacial.

La misma fuente añadió que la velocidad del descenso dependerá del estado de la atmósfera y del viento solar, pero recalcó que «en las últimas veinticuatro horas la nave de carga ya ha perdido decenas de metros de altitud».

El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero ayer, poco después de su lanzamiento, cuando se situó en una órbita errónea y dejó de enviar datos a la Tierra.

Tras varios intentos fallidos de recuperar el control de la Progress, los técnicos rusos observaron que el carguero giraba a gran velocidad sobre su propio eje, algo que le impide cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la EEI.

El CCVE anunció que continuará tratando de establecer una comunicación con la Progress que permita darle ordenes, ya que de conseguirlo se podría controlar hasta cierto punto su caída.

Ésta podría producirse la próxima semana, entre los días 5 y 7 de mayo, según la corporación Energuia, fabricante de los cargueros.

El jefe del programa de vuelos del segmento ruso de la EEI, Vladímir Soloviov, indicó que la experiencia de los anteriores hundimientos de las naves Progress en el océano Pacífico muestran que los elementos del carguero no llegan hasta la superficie de la Tierra.

«Como regla, se queman en las capas densas de la atmósfera, a unos 60 kilómetros altura», explicó Soloviov, en rueda de prensa.

La Progress M-27M, que cuenta con una masa en lanzamiento de 7.290 kilogramos, transporta cerca de 2,5 toneladas de suministros para la EEI, que incluye combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los tripulantes de la Estación espacial.

Las Progress M son naves de carga no tripuladas basadas en la nave Soyuz y comenzaron a utilizarse a finales de los años 70 para llevar suministros a las estaciones Salyut.

Sus dimensiones son de 7,23 x 2,1 metros (el diámetro máximo es de 2,72 metros en la base), con una envergadura de 10,7 metros contando los paneles solares.

La actual serie Progress M-M incorpora sistemas digitales y es la última versión de esta nave de carga.

El primer vuelo de una Progress tuvo lugar el 20 de enero de 1978.

El 24 de agosto de 2011 un carguero ruso con suministros para la EEI se estrelló en Siberia, después del despegue, en lo que supuso el primer accidente de este tipo de naves en más de treinta años.

El accidente del Progress ocurrió poco después de que los cargueros y las naves Soyuz se convirtieran en el único eslabón entre la Tierra y la EEI, tras la jubilación de los transbordadores estadounidenses.

Al percance de 2011 continuó el fracaso del lanzamiento de la estación marciana Fobos-Grunt, en noviembre de 2012, que por un fallo quedó en la órbita terrestre en lugar de enfilar hacia Marte y supuso un duro revés para los planes rusos de exploración interplanetaria.

Con anterioridad, Rusia ya había perdido el satélite de telecomunicaciones Express-AM4, además de un satélite militar geodésico y otros tres satélites que había lanzado para completar su sistema de navegación GLONASS, análogo al GPS estadounidense.

Las autoridades de sector aeroespacial ruso coinciden en que la pérdida de la Progress no afectará a los actuales tripulantes de la EEI: los rusos Antón Shkaplerov, Guennadi Padalka y Mijaíl Kornienko, la italiana Samantha Cristoforetti y los estadounidenses Terry Virts y Scott Kelly.

«Hemos hecho un inventario de lo que hay a bordo (de la EEI) y puedo decir que hay suficientes reservas de todo: oxígeno, agua, combustible», dijo Soloviov, quien agregó que debieran bastar hasta la llegada del próximo carguero, prevista para el 6 de agosto próximo.

Sin embargo, lo más probable es que la agencia espacial rusa adelante el lanzamiento de la Progress M-28M, que ya se encuentra en el cosmódromo de Baikonur, que podría llevarse a cabo no antes de junio, pues se requiere como mínimo un poco más un mes para los preparativos de la nave.

La familia de las Progress nació para abastecer la estación espacial soviética tripulada Saliut 6, la primera para misiones de larga duración, puesta en órbita en 1979.

Cada año, Rusia envía entre tres y cuatros cargueros con suministros para la Estación Espacial Internacional, un proyecto en el que participan 16 países y que tiene un coste estimado en 100.000 millones de dólares.

La plataforma, con tripulantes a bordo de manera continuada desde 2000, tiene una masa de cerca de 450 toneladas y orbita a una distancia de entre 335 y 460 kilómetros de la Tierra, con una velocidad de unos 27.000 kilómetros por hora.EFE (I)

Progress M-27M
Progress M-27M

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