CARACAS, Venezuela (AP) — El presidente venezolano, Nicolás Maduro, espera anunciar próximamente un conjunto de medidas para combatir la escasez de bienes básicos y el sobreprecio e impulsar la producción, y dejó claro que en sus planes no hay espacio para un cambio sustancial en el modelo de control estatal.
El mandatario adelantó que, entre otros objetivos, su administración se propone profundizar las ya estrictas medidas de fiscalización del sector privado por parte de los organismos del estado.
«Estamos afinando ya los últimos detalles de las acciones estabilizadoras del país, de las acciones recuperadoras de las actividades económicas del país», dijo Maduro, quien sostiene que el sobreprecio y desabastecimiento de productos básicos ocurren dentro de lo que él llama una «guerra económica», que incluye un plan de desestabilización política.
«En las próximas horas vamos a publicar un nuevo esquema de la Ley de Precios Justos estableciendo nuevas modalidades de establecimiento de precios justos, y de fijación, fiscalización y cumplimiento de los precios justos en el país porque le dieron la vuelta a los modernos, novedosos, justos e igualitarios mecanismos establecidos por la ley» para elevar los precios de los productos, aseveró.
Maduro introdujo a inicios del 2014 una ley de «precios justos» que establece ganancias máximas de 30% para los empresarios y creó una Superintendencia Nacional de Precios Justos para garantizar el cumplimiento de la nueva regulación.
El presidente acusó al empresariado de fijar precios usando como marcador el tipo de cambio del sistema marginal de venta de divisas, cuya tasa está en 198,8 bolívares por dólar, «para robar al pueblo, cuando no tienen una pizca de dólares del Simadi (Sistema marginal) en ningún producto».
En Venezuela está vigente desde hace doce años un control de cambio y operan tres tasas oficiales, así como una cuarta del mercado negro.
Maduro manifestó que la elite económica, junto con sus adversarios políticos, «apuesta a quebrar nuestra patria por la vía de la guerra económica, desilusionar al pueblo, desmoralizarlo».
«Ellos creen que por esta vía van a cosechar frutos políticos, creen algunos, promoviendo la desestabilización que justifique alguna intentona o aventura golpista «, enfatizó.
«Vamos a buscar por el camino de la revolución socialista la resolución de los conflictos, necesidades y dolores creados por la guerra económica», agregó.
Señaló, sin dar detalles, que considera «la recuperación de empresas saboteadas y abandonadas por los capitalistas», un término usualmente usado por él y su antecesor Hugo Chávez en alusión a la toma de control de empresas luego de acusar a sus propietarios de sabotear sus propias operaciones o abandonarlas para desestabilizar al gobierno.
Venezuela está sumida en una aguda crisis económica que incluye una inflación galopante que el año pasado cerró encima de 64%, severos problemas de desabastecimiento y una recesión que se prevé se agrave este año por la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país. (I)