
El papa Francisco pidió rezar hoy en la misa de Guayaquil (Ecuador) por el Sínodo de los obispos que se celebrará en octubre para que «se encuentren soluciones concretas a las muchas dificultades e importantes desafíos que enfrenta la familia».
Al final de la homilía de la misa celebrada en el parque de los Samanes que estuvo dedicada a la familia, Francisco pidió oraciones para que los obispos en esta ocasión puedan «madurar un verdadero discernimiento espiritual y encontrar soluciones concretas a las muchas dificultades e importantes desafíos que la familia debe afrontar en nuestros días».
Les invito, agregó, «a intensificar su oración por esta intención, para que aún aquello que nos parezca impuro, nos escandalice o espanta, Dios lo pueda transformar en milagro», dijo a propósito de los desafíos del Sínodo.

«La familia necesita este milagro», agregó.
En esta ocasión, los obispos volverán a debatir sobre temas como la acogida a los homosexuales, o los divorciados.
«El mejor de los vinos está por ser tomado, lo más lindo, profundo y bello para la familia está por venir», aseguró el papa en otro de los pasajes de su homilía en la que citó el milagro de las bodas de Caná.
Y agregó: «Está por venir aunque todas las variables y estadísticas digan lo contrario; el mejor vino está por venir en aquellos que hoy ven derrumbarse todo». EFE (I)
