Maduro acusa al presidente de Guyana de querer «dividir» el Caribe

Nicolás Maduro. Foto: Presidencia de Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que la «misión» de su homólogo guyanés, David Granger, en el conflicto territorial que sostienen los dos países por la zona del Esequibo es «dividir» a las naciones del Caribe y «provocar» a Caracas.

«Lamentar mucho en América Latina y el Caribe que en Guyana haya llegado un presidente, David Granger, que ha venido con una sola misión: provocar a Venezuela. Es un gran provocador, su misión es dividir el Caribe», indicó Maduro durante una entrevista con el canal TeleSur.

Para el jefe del Ejecutivo venezolano el mandatario electo del vecino oriental está «a la cabeza» de un «plan muy claro» para retar a Venezuela y, además, «desprecia profundamente» la historia latinoamericana, del Caribe y de Venezuela.

Defendió que este supuesto plan está financiado por la petrolera estadounidense Exxon Mobil, compañía que en mayo pasado confirmó el hallazgo de una «significativa» reserva de petróleo en una de las zonas en disputa entre los dos países, según Venezuela.

«La Exxon Mobil ha financiado y está financiando una campaña en toda la televisión, prensa, radio, factores políticos de todo el Caribe, de Guayana específicamente», señaló.

La disputa fronteriza entre Venezuela y Guyana abarca un área de unos 160.000 kilómetros cuadrados, lo que supone unas tres cuartas partes del actual territorio de la excolonia británica, así como sus proyecciones marítimas.

Maduro invitó a Granger a «revisar la historia» para ver que «con la firma del acuerdo de Ginebra de 1966, el Imperio británico (…) reconoce» que la controversia del Esequibo «está por negociar».

«David Granger ha hecho lo más grave que haya hecho un presidente o primer ministro de Guyana, desconocer el acuerdo de Ginebra, es lo más grave que se ha hecho», aseguró.

Reveló que en las últimas horas se ha puesto en contacto con el presidente de turno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el ecuatoriano Rafael Correa, para activar «una iniciativa» a nivel presidencial o de cancilleres sobre este tema y recordó su intención de conversar «en los próximos días» con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

«Le voy a entregar una carta, solicitando que convoque a las partes para activar el mecanismo del buen oficiante contenido en el acuerdo de Ginebra», agregó.

Desde hace unas semanas las declaraciones por la controversia del Esequibo entre Venezuela y Guayana se han recrudecido.

El último episodio se vivió el martes pasado cuando el presidente venezolano, en una alocución especial desde el Parlamento, anunció la llamada a consultas de la embajadora en Guyana, la reducción de tamaño y el nivel de la delegación diplomática en Georgetown y la «revisión integral» de las relaciones entre los países.

Maduro firmó también una ley sobre asuntos limítrofes y un decreto que creó «zonas de defensa integral» para los espacios marítimos y que sustituye a otro de mayo criticado en su momento por Guyana por supuestamente establecer como venezolanas todas las aguas del Atlántico frente a la costa del Esequibo.

Granger condenó el martes estas decisiones de Maduro aunque, en una declaración oficial difundida por la prensa nacional, dijo que no le sorprendía, porque el rechazo de la Comunidad del Caribe (Caricom por sus siglas en inglés) al decreto que firmó en mayo «aumenta el aislamiento de su Gobierno en la región».

«En vez de ser más amigable y conciliador aceptando el veredicto de la Caricom, (Maduro) se está comportando en una manera que eleva tensiones y agrava las pobres relaciones entre Venezuela y la Comunidad», dijo. EFE (I)

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