La Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) le pasó al Gobierno de México información de que el narcotraficante Joaquín «El Chapo« Guzmán tenía planes de fuga, pero no se refería concretamente a la evasión que protagonizó el sábado, según la cadena de televisión estadounidense CBS.
Según fuentes citadas hoy por este medio, la DEA interceptó informaciones sobre diferentes planes de fuga del jefe del cártel de Sinaloa, así como conversaciones entre uno de los hijos de «El Chapo» y otros cómplices para sacar al narcotraficante del penal del Altiplano I, en el estado central de México.
A raíz de estos indicios, la DEA puso su información a disposición de las autoridades mexicanas, según la CBS.
No obstante, la cadena indicó que ninguna de las informaciones interceptadas por la DEA se referían al plan de escape que ejecutó «El Chapo» el sábado por la noche, cuando consiguió escapar de la prisión a través de un túnel hasta un domicilio ubicado a 1,5 kilómetros de distancia, fuera del penal.
Preguntados por Efe, los portavoces de la DEA y del Departamento de Justicia estadounidense han declinado hacer comentarios sobre estas informaciones.
El que fuese enemigo público número uno para Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden ya se había escapado en 2001 en un carrito de lavandería del penal de máxima seguridad de Puente Grande, a las afueras de Guadalajara (oeste de México), aunque fue apresado de nuevo en febrero de 2014.
Su captura, tras haber permanecido fugitivo trece años, fue considerada el mayor golpe contra el narcotráfico en México en una década y la DEA respiró tranquila al ver entre rejas al narcotraficante que más droga había hecho circular en EE.UU., según las autoridades.
Casi 48 horas después de la fuga de «El Chapo» persisten los interrogantes sobre quién o quiénes le ayudaron a huir, mientras que las fuerzas de seguridad mexicanas continúan con su cacería con la ayuda de países vecinos, incluido Estados Unidos.
Precisamente, «El Chapo» enfrenta decenas de cargos por narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos en tribunales federales de Illinois, Nueva York, Florida, Texas, California y Arizona, dado que Estados Unidos es el mayor mercado del cartel de Sinaloa.
Tras la captura del poderoso narcotraficante el año pasado, Washington inició gestiones para solicitar a México su extradición, pero finalmente ésta no se produjo.
De hecho, varios legisladores estadounidenses insistieron al Gobierno del presidente Barack Obama para lograr la extradición de «El Chapo«, al considerar que había riesgos de que se volviera a fugar de la cárcel si cumplía condena en México, como ya había ocurrido anteriormente.
Hoy la Casa Blanca reiteró su interés en juzgar en un futuro y ante sus autoridades judiciales al peligroso narcotraficante, considerado antes de su captura por la Comisión sobre Crimen de Chicago como el «enemigo público número uno» de la ciudad. EFE [I]