
Héctor Yépez
Guayaquil, Ecuador
Sendero de peñascos en la cuna
de Guayaquil que se alza frente al río,
sobreviviente al fuego por el brío
que se rebela, libre, a la fortuna.
Viviendas de cacao, arte y pluma,
de Alfaro, Arroyo, Neumane, pescadores,
del Che y Neruda: todas cantan lores
al fútbol, el amor, la biela y Numa.
Un oasis libertino en el calor
y de rock en la hirviente partitura
del cañón en la guerra a los piratas;
marea musical de dulce olor
a aguerrida madera, vieja y pura,
que danza entre la Perla serenatas.