Veloso: No consideramos ni un momento cancelar nuestro concierto en Israel

En esta foto del 10 de febrero del 2010, el músico brasileño Caetano Veloso canta durante la celebración de 467o aniversario de Guadalajara, México. Veloso será honrado como Persona del Año en la víspera de los Latin Grammy, el miércoles 14 de noviembre del 2012 en Las Vegas. (AP Foto/Bernanrdo de Niz)

Jerusalén, (EFE).- El cantante brasileño Caetano Veloso, acompañado por el también músico Gilberto Gil, dijo hoy que no consideró en ningún momento cancelar el concierto que ambos tienen previsto ofrecer el martes en Tel Aviv, pese a los llamamientos en ese sentido por grupos pro-boicot a Israel.

En una iniciativa apadrinada por el expresidente israelí Simón Peres, que los recibió en el centro que lleva su nombre en la localidad de Yafo, al sur de Tel Aviv, Veloso y Gil se reunieron con un grupo de niños judíos y palestinos para expresar su apoyo al diálogo y la tolerancia.

Allí, ambos artistas reiteraron su intención de actuar en Israel, pese a los insistes llamamientos del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS), que les pidió desistir de la actuación porque a su entender supone un apoyo a la ocupación israelí de los territorios palestinos.

«No hemos considerado ni un momento cancelar nuestro concierto en Israel. Nosotros amamos Israel y estamos contentos de actuar en un lugar donde hay esperanza de paz», manifestó Veloso, según un comunicado del Centro Peres de la Paz.

El músico brasileño reconoció, en una comparecencia tras el acto, que entendía «que el ambiente que se vive (en Israel) es complejo, pero cuando ves las oportunidades al alcance y la belleza de Tel Aviv sólo puedes observar lo bueno que hay aquí».

Por su parte, Peres les transmitió: «Vuestra música une a las personas» y expresó su agradecimiento por haber visitado el centro que promociona la coexistencia pacífica entre árabes y judíos.

«Estoy orgulloso y contento de que os hayáis convertido en embajadores del Centro Peres», les indicó.

Veloso y Gil visitaron hoy el pueblo palestino de Susia, en el distrito cisjordano de Hebrón, donde pesan sobre 40 viviendas órdenes de demolición dictadas por las autoridades israelíes.

Por la tarde fueron agasajados en una gala en un hotel de Tel Aviv por un grupo de artistas israelíes y varias ONG que abogan por la coexistencia y la paz entre los dos pueblos en conflicto, entre los que se encontraban artistas como la palestina con ciudadanía israelí Amira Awad o el israelí David Broza entre otros.

Para el concierto del martes se espera una masiva asistencia de la comunidad hispana que reside en el país, en buena parte de origen argentino y brasileño.

Los llamamientos a boicotear el acto se intensificaron en el mes de mayo, cuando el solista de Pink Floid, Roger Waters, y el cardenal sudafricano Desmon Tutu, señalaron su admiración por el trabajo de Veloso y Gil y su «histórico compromiso con la lucha por la justicia, la libertad y la igualdad».

Y les recordaron que «el mes de julio marcará un año del aniversario de los ataques israelíes contra Gaza durante los que Israel mató a más de dos mil palestinos, incluidos 500 niños», en alusión a la última ofensiva militar en Gaza.

«Más de 100.000 personas permanecen sin hogar debido a estos ataques», decía la misiva del BDS que fue publicada por las redes sociales.

En una carta personal a Waters de la que dio cuenta la semana pasada el diario O Globo, Veloso le respondió que «la compleja situación en Oriente Medio no le parecía tan blanco o negro» como en la Sudáfrica del Apartheid, en la que se abstuvo de actuar.

«Quiero aprender más sobre lo que ocurre en Israel. Nunca cancelaría un concierto para decir que básicamente estoy contra todo el país, a menos que estuviera, con todo mi corazón, en contra de él. Pero éste no es el caso», escribió al recordar que «Sartre y Simone de Beauvoir murieron pro-israelíes».

El movimiento BDS nació en la sociedad civil palestina en 2005 como un llamamiento al boicot hasta que Israel «cumpla la ley internacional y los derechos palestinos» y se ha extendido en los últimos años hasta conseguir la desviación de fondos de consorcios israelíes relacionados con la ocupación o el boicot a académicos israelíes. EFE

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