En el estadio Monumental, Barcelona perdió 1-0 con River Ecuador por la 6ta fecha de la Segunda Etapa del Campeonato Nacional.
Guayaquil (API).- Humberto Pizarro lo hizo de nuevo. River se le paró firme a Barcelona y aprovechó el tremendo potencial ofensivo de Néculman para ganarle a Barcelona en el Monumental. Almada no le encontró la vuelta, el Ídolo del Astillero luce confundido y sin brújula.
Barcelona perdió la brújula a semana seguida. El equipo de Almada intenta jugar a una sintonía que físicamente no puede. Blanco y Esterilla no encontraron el apoyo de sus compañeros en la mitad de la cancha y River se aprovechó de aquello con un esquema inteligente y buen juego colectivo.
El primer tiempo estuvo marcado por el ataque desordenado de Barcelona y el buen trabajo defensivo de la visita. Pizarro mandó a colapsar la mitad de la cancha y quitarle panorama a Brahian Alemán. El 10 amarillo quedó aislado de sus compañeros y no consiguió tener comunicación con sus hombres de ataque. River jugó con un pragmatismo ideal. Dos jugadas de peligro en el primer tiempo nada más para la Fuerza Roja y metió más peligro que los toreros. En la víspera misma del descanso, Néculman por poco marca un golazo cerrando una jugada colectiva que apuntaló Ardila con el penúltimo toque que desbarató a la zaga de Barcelona.
Para el complemento, Pizarro arriesgó y mandó a la cancha a Manuel Maciel para potenciar su propuesta ofensiva. Gran reparto en los últimos metros de los visitantes, defendían con seis y quedaban listos cuatro hombres para la contra. En ese contexto, Barcelona desesperó y dejó grietas gigantescas en su despistada zaga. Con cuatro toques, desde área propia salieron los muchachos de la Fuerza Roja que encontraron a su goleador Daniel Néculman sobre el vértice del área para que cierre la secuencia con un remate espectacular que batió a Banguera y enmudeció el Monumental. Décimo cuarto grito del ariete de River que se constituye en el fichaje más rentable de nuestro Campeonato Nacional.
Sobre el final, Barcelona se fue desesperadamente por el empate. River controló el partido y reguló las acciones haciendo caer en su trampa al rival. El equipo de Almada terminó atacando con hasta siete hombres, no hubo conexión ni armonía. La hinchada pifió al equipo y al juez, lo acusaban al referí de anular mal un tanto de Blanco al principio del segundo tiempo y de ignorar un supuesto penalti contra Alemán sobre el desenlace. Segunda derrota consecutiva para el cuadro amarillo, mientras que la Fuerza Roja no cae ante el Ídolo en este torneo. (D).