El histórico debate electoral que enfrentará hoy a los dos candidatos a la Presidencia argentina, el kirchnerista Daniel Scioli y el conservador Mauricio Macri, centra hoy todas las miradas en el país suramericano, a una semana de la segunda vuelta.
Por primera vez en la campaña que protagonizan desde hace meses, Scioli, del gobernante Frente para la Victoria (FpV), y Macri, de la alianza opositora Cambiemos, se medirán esta noche cara a cara en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el debate será televisado por los principales canales.
Con la mira puesta en los indecisos, que oscilan entre el 5 % y el 11 %, según los últimos sondeos, los candidatos desgranarán sus propuestas durante 75 minutos.
El duelo se dividirá en dos extensos bloques: el primero, centrado en desarrollo económico y humano, educación e infancia y el segundo, en calidad democrática, seguridad y derechos humanos.
Los postulantes tendrán dos minutos para exponer, después deberán preguntar a su rival y responder a sus preguntas y al cierre ambos se dirigirán al público en un discurso final.
Será el primer debate en Argentina que enfrente a los dos aspirantes presidenciales, ya que en el celebrado el mes pasado, antes de la primera vuelta, Scioli rehusó participar junto a los otros cinco candidatos.
A diferencia de entonces, cuando el candidato kirchnerista figuraba como favorito en las encuestas, aparece ahora por detrás de Macri en intención de voto para el próximo día 22.
Dos encuestas publicadas este fin de semana otorgan al candidato conservador entre 8 y 11 puntos de ventaja sobre Scioli, por lo que el equipo del aspirante peronista apuesta todas sus fichas al debate.
Los analistas coinciden en que, a priori, el candidato del FpV está obligado a salir a jugar fuerte para forzar definiciones de su contrincante, mientras que el aspirante de Cambiemos tiene más margen para adoptar una postura pasiva, que deje el desgaste del lado de Scioli.
El postulante peronista anticipó que hoy se «confrontarán dos modelos de país», mientras que se prevé que Macri intente reducir al mínimo el enfrentamiento para evitar errores.
La cita, organizada por la ONG Argentina Debate, llega después de una semana tensa, en la que la campaña de Scioli sufrió cortocircuitos procedentes de sus propias filas en forma de exabruptos de funcionarios y militantes contra el postulante conservador e incluso contra el peronista disidente Sergio Massa.
A lo largo de la campaña, ambos aspirantes a la Presidencia han abrazado las propuestas de Massa, como el aumento de las jubilaciones mínimas o el combate contra el narcotráfico, con la esperanza de atraer a los cinco millones de votos que sumó en la primera vuelta, cuando quedó en tercer lugar al frente de Unidos por una Nueva Alternativa.
Según las encuestas, los votantes de Massa están divididos, pero la mayoría se inclina por el cambio que pregona Macri y con el que espera poner fin a 12 años de kirchnerismo tras el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007) y los dos de su viuda y sucesora, Cristina Fernández.
Las cadenas televisivas llevan días calentando motores con programas especiales y el debate ha ocupado también numerosas páginas en los periódicos nacionales.
En las redes sociales, el hashtag «#ArgentinaDebate» copaba hoy el primer puesto de tendencias de Twitter en el país suramericano y se espera que las intervenciones de los candidatos tengan una gran repercusión en este canal, como ocurrió con el celebrado el pasado 4 de octubre.
Macri ha pedido a sus simpatizantes que usen las redes sociales durante el debate y se prevé que los partidarios de Scioli hagan lo mismo.
Tras finalizar el duelo, ambos candidatos volverán a centrarse en sus campañas para la semana final antes de la votación del próximo día 22, el primer balotaje de la historia de Argentina.
El vencedor en las urnas sucederá a Cristina Fernández al frente de la Presidencia el próximo 10 de diciembre. EFE (I)