El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, coincidieron hoy en la urgencia de cerrar la frontera turco-siria, por donde los yihadistas reciben armamento y financiación.
«Kerry coincidió conmigo en que desde hace largo tiempo una de las medidas más urgentes es el cierre de la frontera turco-siria», dijo Lavrov a medios rusos tras la conferencia ministerial de la OSCE en la capital serbia.
Lavrov dijo que ambas partes también comparten la opinión de que los kurdos sirios, «al igual que en la lucha contra el Estado Islámico», serían importantes «aliados» en el cierre de esa frontera.
«Se entiende que el cierre de la frontera es algo que se puede hacer solo aunando los esfuerzos de los que trabajan desde tierra y los que cubren el espacio aéreo», dijo.
Reconoció que aún no hay acuerdo sobre cómo se procedería al cierre de esa frontera, pero todos coincidieron hoy en reconocer que «es una de las más cruciales» en la lucha contra el terrorismo yihadista.
Lavrov ya había expresado su apoyo al cierre de la frontera turco-siria cuando lo propuso el presidente de Francia, François Hollande, antes de reunirse hace una semana en Moscú con el líder ruso, Vladímir Putin.
«Estamos convencidos de que al cerrar la frontera solucionaríamos en gran medida la tarea de acabar con el terrorismo en el territorio de Siria», dijo entonces.
Mientras, Kerry aseguró el miércoles en Bruselas durante una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, «está completamente comprometido» en sellar el sector de la frontera -98 kilómetros- que aún es permeable.
Destacó también que es algo que interesa a Turquía, «cerrar el movimiento de petróleo transportado ilegalmente o el paso de combatientes extranjeros en una dirección u otra». EFE (I)