Nicolás Maduro: Crisis política de Venezuela amenaza toda la región

Mural del presidente venezolano en una casa en el barrio popular de Petare, Caracas (AP Foto/Ariana Cubillos)

Venezuela (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó la noche del miércoles que Venezuela entró en una crisis política tras las pasadas elecciones parlamentarias en que la oposición logró una aplastante victoria, y dijo que si no se sale de la difícil situación por la vía de la revolución el país entrará en un conflicto que afectará toda la región.

«O nosotros salimos de este atascadero por la vía de la revolución o Venezuela va a entrar en un gran conflicto que va a afectar a toda la región latinoamericana y caribeña. Y yo no me voy a rendir, yo voy a combatir», dijo Maduro durante una concentración con varios cientos de seguidores a las afueras del palacio de gobierno.

«Estamos frente a una crisis política que puede derivar dos cosas: o deriva en una contrarrevolución fascista o deriva en una revolución renovada radical, profunda, popular, rumbo al socialismo», expresó el mandatario. «No vamos a entregar la revolución, que lo sepa el mundo; en Venezuela no se va a entregar ni rendir la revolución.

Asimismo, llamó a los seguidores del gobierno a convertir la crisis en un renacer de la «revolución bolivariana».

«Estoy dispuesto a encabezar una revolución radical socialista popular», acotó.

En declaraciones desde el mausoleo del fallecido presidente Hugo Chávez, Maduro dijo la víspera que lucharía contra la agenda de los líderes de oposición que obtuvieron una victoria por abrumadora mayoría en la elección legislativa del domingo.

El atribulado presidente socialista estuvo firme de pie sobre el sarcófago de mármol donde descansan los restos de su mentor, y apeló a la guía de Chávez.

«Cómo nos haces falta comandante», dijo Maduro. «Tu crítica, tu autocrítica; tu lucha, tu consejo».

«Espero que podamos estar a la altura, espero que podamos sacudirnos de la burocracia de la corrupción que daña todo, y que podamos renovar la revolución, y conseguir una nueva etapa, y que el proyecto histórico que dejaste para la patria venezolana, para la patria grande, y para la patria humana, pueda seguir», agregó.

Maduro prometió rechazar una ley respaldada por líderes de la oposición que liberaría a activistas antigubernamentales que están presos.

Ese rechazo sería mayormente simbólico, porque en Venezuela las iniciativas de ley se pueden convertir en leyes incluso si el presidente no las aprueba, siempre y cuando el Tribunal Supremo de Justicia no encuentre que la legislación es inconstitucional.

Maduro prometió además reorganizar su gabinete tras la primera victoria nacional de la oposición desde que Chávez inició el movimiento socialista en 1998, y realizar una reunión para examinar qué salió mal en la elección en la cual, dijo, ganaron los tipos malos.

Un grupo de magistrados solicitaron la jubilación anticipada durante el período previo a las elecciones, lo que azuzó los temores de que el partido socialista pudiera intentar controlar la corte si el resultado de la elección le era adverso. Esos magistrados podrían en teoría revertir cualquier legislación que aprobara la nueva Asamblea Nacional.

El martes, el presidente de dicha asamblea, Diosdado Cabello, anunció que el gobierno designaría 12 nuevos jueces para el Tribunal Supremo de Justicia antes de que los líderes de oposición presten juramento el 5 de enero.

Cabello señaló además que el canal de televisión de la Asamblea Nacional permanecerá en las manos de trabajadores de gobierno de la estación.

El pequeño canal se ha convertido en un punto de disputa debido a que la oposición ha sido marginada casi por completo de los principales medios de comunicación del país. Las estaciones estatales de televisión, incluida ésta, se han convertido en órganos de propaganda del partido socialista.

Miembros de la oposición utilizan ahora un canal de YouTube para presentar sus comunicados, y ya han estado planeando con empeño qué harán con el canal de la Asamblea Nacional.

Venezuela no había tenido un gobierno dividido desde que Chávez llegó al poder en 1998, y las declaraciones del martes de Maduro agregaron combustible a los temores de que las partes sean incapaces de compartir el poder.

La oposición ha dicho que utilizará su nuevo poder legislativo para retirar a Maduro del cargo si se niega a trabajar conjuntamente para rescatar la naufragante economía del país, e incluso algunos socialistas han pedido su renuncia luego de la derrota electoral del domingo. [I]

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