Ecuador pide un tribunal que supervise cumplimiento del acuerdo climático

El ministro de Ambiente de Ecuador, Daniel Ortega, y la exministra Lorena Tapia, en una foto de 2014, publicada por la web del Ministerio de Ambiente.

París, 12 dic (EFE).- El ministro ecuatoriano del Ambiente, Daniel Ortega, señaló que su país asume el acuerdo de la cumbre climática (COP21) como un instrumento para que los países en desarrollo sean compensados por sus servicios medioambientales, y quiere que un tribunal internacional pueda supervisar su respeto.

«De nada sirve este esfuerzo colectivo sin que sea un acuerdo que comprometa y obligue a todas las partes», señaló ante el plenario de la COP21, que hizo una alusión a que Estados Unidos no cumplió el protocolo de Kioto pese a haberlo firmado.

Por eso, consideró que el compromiso adoptado en París «no es un fin, es el inicio de un régimen de justicia ambiental» que tiene que pasar por «una declaración universal» y «un acuerdo vinculante» que ponga en pie «una corte internacional» que pueda imponer «sanciones a las partes de este acuerdo que violen los compromisos que hoy están asumiendo».

El ministro precisó que «Ecuador se suma a este acuerdo, interpretándolo como un marco de reglas que permitirán la compensación por los servicios ambientales brindados por los países en desarrollo».

En cuanto a la meta de contener el calentamiento climático a menos de dos grados centígrados en el horizonte de 2100, Ortega advirtió: «no podemos engañarnos (…). No lograremos un balance global, si no descarbonizamos».

A ese respecto, recordó las políticas de su país y afirmó que sus «logros» le dan «la legitimidad y la fuerza para pedir corresponsabilidad».

Entre las carencias del compromiso de la COP21, destacó la falta de concreción en una cifra de los países desarrollados para las transferencias económicas y tecnológicas: «es una tarea pendiente».

«Este acuerdo -hizo notar- no sirve si no se garantizan los recursos económicos y tecnológicos».

Ortega recordó que ante la COP21 el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, había llevado la voz de los 33 Estados de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), pero también que les «enorgullece también enormemente formar parte del Alba» (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América).

Consideró que su posición ha servido para «olvidar» el fracaso de la cumbre climática de Copenhague en 2009 y mostrar en París «que todos hemos aprendido que la voz de países dignos siempre debe ser escuchada». EFE

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