¿Por qué ganó la oposición en Venezuela?

Diego Grijalva

Luego de 17 años el Chavismo ha perdido por primera vez la mayoría parlamentaria. No solo eso, las votaciones contaron con una gran participación de la ciudadanía (74.2%) y la ganancia le otorgó al partido de oposición (MUD) una súper mayoría (112 de 167 escaños), suficiente para remover a los miembros de la Corte Suprema, cambiar la Constitución e incluso llamar a un referéndum para pedir la salida del presidente Maduro en el año 2016. ¿Qué llevó a este cambio radical?

Años de políticas desacertadas y la caída del precio del petróleo han demostrado que los logros económicos y sociales del Chavismo dependían de circunstancias externas y que, cuando estas circunstancias cambiaron, el modelo no era sostenible. Venezuela está atravesando una de las peores crisis económicas de su historia, si no la peor. El PIB decreció 4% en 2014 y, de acuerdo a previsiones del FMI para los años 2015-2019, se espera que las tasas de crecimiento económico sean de -10%, -6%, -4.5%, -3% y -1%. Esto representa una reducción de algo más del 25% del PIB en 6 años.

Por otro lado, Venezuela debe pagar cerca de USD 16 mil millones de deuda hasta finales de 2016, lo que se traduce en una alta probabilidad de un default. La deuda adquirida con China desde el 2005 llega a USD 50 mil millones y hoy en día de los 600.000 barriles de petróleo que Venezuela exporta diariamente a China, alrededor del 50% es para pagar esta deuda.

El bolívar ha perdido 97% de su valor en los últimos 3 años (al cambio en el mercado negro). Se estima que la inflación se encuentra alrededor del 200% (y subiendo) y que el desempleo es de alrededor de 14% y será más de 18% en 2016. Estos últimos datos en realidad son inciertos ya sea porque el gobierno maneja datos que no son creíbles (en el caso de la tasa de cambio y el desempleo) o porque simplemente dejó de publicarlos (en el caso de la inflación). Los datos provienen de fuentes independientes, pero en realidad nadie sabe cuánto es la inflación y el desempleo, o cuánto sería e tipo de cambio sin los controles y restricciones impuestas por el gobierno.

Pese a las limitaciones de los datos, ¿es posible estimar sus consecuencias? Sí. Debido a la inflación y la devaluación del bolívar, el ingreso de la mayoría de venezolanos no es suficiente para comprar bienes de primera necesidad a precios de mercado. Deben recurrir a los supermercados del gobierno, que venden bienes básicos a precios regulados, lo cual lleva a escasez y largas colas. En la primera mitad del 2015 hubo más de 500 protestas por la escasez de alimentos. Pero no solo eso, la estructura de tipos de cambio lleva a una dualidad en la que las personas que tienen dólares pueden vivir como reyes, mientras que la mayoría que solo tiene acceso a bolívares debe soportar grandes restricciones en su consumo. Junto con el decrecimiento económico, esto ha llevado a que la pobreza en 2015 llegue al 76% (de acuerdo a un reciente estudio de un consorcio de profesores universitarios venezolanos). Este es el nivel más alto desde 1975. Lamentablemente, dadas las predicciones económicas, en los años siguientes es probable que la pobreza llegue al nivel más alto desde su independencia.

Más allá del ámbito económico, Venezuela es uno de los países con más alta criminalidad en el mundo. Solo un 22% de la población dice sentirse seguro; el nivel más bajo entre 141 países analizados. Esto es consistente con el hecho de que Venezuela tiene la segunda tasa de asesinatos más alta del mundo. La

situación es tan seria que los asesinatos de policías para robarles sus armas son cada vez más comunes. Como consecuencia de todo esto, la institucionalidad y la cohesión social se han deteriorado. De acuerdo a Freedom House, Venezuela se encuentra en el límite para poder considerarse una democracia.

Observando la situación social, política, y sobre todo económica de Venezuela, los resultados de las recientes elecciones son obvios.

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