Jopwell, la empresa que quiere «más color» en Silicon Valley

Jopwell, la empresa que quiere "más color" en Silicon Valley.

San Francisco (EE.UU.), (EFE).- Ryan Williams y Porter Braswell son dos jóvenes emprendedores con una «misión», lograr una mayor diversidad en la fuerza laboral de Silicon Valley, integrada ahora mayoritariamente por hombres de raza blanca.

Williams y Braswell, dos jóvenes afroamericanos exempleados del banco de inversión Goldman Sachs, son los fundadores de Jopwell, una firma que comenzó su andadura en enero del año pasado y conecta a gigantes del sector tecnológico, como Facebook, con profesionales hispanos, afroamericanos y nativoamericanos.

Entre sus más de 40 clientes están también grandes firmas de Wall Street como Morgan Stanley y Goldman Sachs, así como la consultora McKinsey o la firma de tarjetas de crédito Master Card.

Según explicó Williams en una entrevista con la revista Forbes el año pasado, Jopwell no se asocia con cualquiera.

«Queremos asegurarnos de que van en serio con la contratación de una fuerza laboral diversa, y tener claro que usarán la plataforma para que su plantilla tenga más color y no como una estrategia de mercadotecnia», dijo entonces Williams, licenciado de la Escuela de Negocios Wharton, de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).

Jopwell cerró esta semana una ronda de financiación por 3,25 millones de dólares de las firmas Andreessen Horowitz, Kapor Capital, Omidyar Network y Magic Johnson Enterprises, fundada por el exjugador de la NBA Magic Johnson, quien considera «lamentable» la falta de diversidad en la meca mundial de la tecnología.

«Uno no puede crear productos o servicios para una audiencia global si tu compañía no representa a esa audiencia», dijo el exbaloncestista este pasado miércoles en una entrevista con el sitio web Mashable.

Magic Johnson insistió en que los líderes en sectores como el tecnológico «necesitan entender que la diversidad laboral es un verdadero compromiso y va más allá de una declaración del consejero delegado en el sitio web».

«Las compañías tienen que ser persistentes en sus esfuerzos para asegurar que su base laboral es diversa y también creo que necesitas tecnología, como la de Jopwell, para lograr que los objetivos se traduzcan en un cambio real», concluyó Johnson.

Las empresas que se asocian con Jopwell tienen su propia página en la plataforma, a través de la cual pueden publicitar vacantes u oportunidades para becarios y demostrar su compromiso con la diversidad.

Las compañías pagan una tarifa por su acceso a Jopwell y los aspirantes a puestos de trabajo pueden registrarse gratuitamente. Jopwell dijo a Efe que ha conseguido empleo a más de 6.000 personas.

La diversidad laboral fue también uno de los temas a discusión en el Foro Económico Mundial que concluyó este sábado en la localidad alpina de Davos (Suiza).

Shamina Sing, directora ejecutiva del Centro Mastercard para un crecimiento inclusivo, señaló durante un panel en el que también participaron ejecutivos de la consultora Ernst & Young, que el tener personas con perfiles diversos enriquece a las empresas.

«Para innovar y hacer cualquier cosa exitosa en el mundo de los negocios necesitas tener a gente con diferentes perfiles, gente que piensa de forma distinta y que contemplan la misma situación que tú estás observando desde un punto de vista muy distinto», dijo Singh.

Las grandes firmas de Silicon Valley empezaron a desglosar las cifras sobre sus plantillas hace dos años.

En términos medios, los datos revelan que el 71 % de los empleados son hombres y el 29 % mujeres. De ese total, el 60 % se identifican como blancos, el 23 % como asiáticos, el 8 % latinos y el 7 % afroamericanos.

Muchas de las firmas aducen que existe un problema de oferta, es decir, que no hay suficientes hispanos o afroamericanos que se licencien de carreras de ingeniería, algo que es cierto también en el caso de las mujeres.

Para cambiar esa situación, además de recurrir a firmas como Jopwell, que identifican talento entre minorías en todo el país, firmas tecnológicas de Silicon Valley como Google han comenzado a financiar iniciativas para fomentar el interés de las niñas en la programación, así como de jóvenes latinos o negros. EFE

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