Cinco mueren ahogados en travesía a Grecia, entre ellos un bebé

En esta fotografía tomada el viernes 15 de enero de 2016, una madre afgana carga a su bebé después de llegar desde Turquía a las costas de la isla griega Chios, en un barco lleno de refugiados y migrantes. (Foto AP/Petros Giannakouris)

ANKARA, Turquía (AP) — A pesar de las advertencias de que sus esperanzas de lograr rápidamente una vida mejor en Europa eran vanas, miles de migrantes seguían agolpándose en las playas de Turquía y abordaban embarcaciones para la riesgosa travesía a Grecia. Cinco de llos, incluido un bebé, murieron en el intento.

Los que llegaron a Grecia enfrentaban un futuro incierto. Decenas de miles están varados en el país, muchos de ellos acampados en terrenos fangosos con acceso esporádico a la ayuda humanitaria. Y el cierre de la frontera con Macedonia significa que no hay esperanzas, al menos por el momento, de embarcarse hacia la llamada ruta occidental de los Balcanes que era el camino hacia el norte de los que querían asentarse en los países más prósperos.

Mientras los ministros de Interior discutían la crisis en Bruselas, Austria exhortó a los migrantes a abandonar las esperanzas de seguir adelante. «La ruta de los Balcanes está cerrada», dijo la ministra de Interior, Johanna Mikl-Leitner, a la prensa. «El problema mayor es que estos refugiados todavía tienen esperanzas y expectativas, y se las alimentan constantemente».

Más de un millón de migrantes han llegado a Europa en el último año, la mayoría de ellos a Grecia en botes desde Turquía, donde se han congregado millones que huyen de la guerra, la persecución o la pobreza abismal. Transportados a tierra firme Grecia desde sus puntos de arribo, la mayoría se dirigen a Macedonia y de allí a Serbia, Croacia o Eslovenia, los puntos de entrada a Austria y las naciones más prósperas.

El mes pasado esos países empezaron a limitar el paso. El lunes, los países en la ruta de los Balcanes resolvieron dejar pasar solamente a los que tenían visas válidas para la Unión Europea.

Casi 42.000 personas están varadas en Grecia, incluidas 14.000 cerca del cruce, muchas de ellas en pequeñas carpas. La lluvia torrencial ha agravado las condiciones ya desesperantes, ya que las carpas se hunden en el fango y se hace imposible encender fuego. Unos 70 niños han recibido tratamiento para fiebre y diarrea, dicen las autoridades. (I)

Por GEORGE JAHN

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