Igualdad de género

Según se puede leer en su blog, la propuesta está inspirada en que este año 2016 la Organización de las Naciones Unidas a través de su oficina ONU-MUJERES ha planteado como tema de reflexión “Por un planeta 50-50 en el 2030: Demos paso para la igualdad de género” , y que la disparidad salarial entre hombres y mujeres en el Ecuador es alrededor del 20%, mostrando formas veladas de discriminación hacia las mujeres, pese a los méritos académicos y experiencia que tienen para asumir retos profesionales. En el ámbito empresarial, tanto en lo público como en lo privado, los cargos de dirección siguen estando bajo la representación masculina, sobre todo en directorios o consejos de administración donde existe más de un representante que deberían tener una conformación paritaria.

No puedo sino estar de acuerdo con aquello de los méritos académicos y experiencia de mujeres, para asumir retos profesionales. En mi ejercicio como abogado me he encontrado con empresarias muy competentes y altamente capacitadas. En la firma en que laboro hay extraordinarias abogadas, de impecable desempeño.

No cuestiono, entonces, los fines del proyecto presentado, sino la utilidad de los mecanismos planteados. Obligar a que en todas las compañías privadas los “niveles de alta dirección” estén integrados al menos en un 34 % por mujeres, so pena de sanciones a imponer por la Superintendencia de Compañías (art. 5), no es coherente con el sistema de libre empresa y conllevará simulaciones. También es ilusoria la exigencia de que las juntas de accionistas tengan esa misma conformación, pues por definición a estas van los dueños de las acciones, y no hay ley en el mundo que pueda conseguir que el capital de una compañía tenga, necesariamente, semejante división.

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