El papa: hay nuevas posibilidades de acceso de divorciados a sacramentos

El papa Francisco pronuncia su mensaje Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) en la misa de Pascua, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano el domingo 27 de marzo de 2016. (Foto L'Osservatore Romano/vía AP)

Ciudad del Vaticano, (EFE).- El papa Francisco aseguró que en su reciente exhortación apostólica «Amoris laetitia» se dispone de nuevas posibilidades concretas de acceso a los sacramentos para los católicos divorciados y vueltos a casar.

Preguntado sobre los cambios que incluye esa exhortación del pontífice en relación con el acompañamiento a situaciones familiares «irregulares», como los divorciados vueltos a casar, el papa contestó: «puedo decir que sí».

El pontífice precisó a preguntas de la prensa en el avión que le llevó de regreso a Roma desde la isla griega de Lesbos que esa sería, sin embargo, «una respuesta demasiado pequeña», informó el diario italiano «La Stampa».

«Les recomiendo que se lean la presentación del documento que hizo el cardenal (austríaco Christoph) Schoenborn, que es un gran teólogo y ha trabajado en la Congregación para la Doctrina de la Fe», agregó el pontífice.

En esa exhortación, publicada este mes tras los dos sínodos celebrados en el Vaticano sobre la familia y que aborda el modo en que la Iglesia católica debe afrontar los cambios, se apoya un acompañamiento a esas situaciones evitando la rigidez.

El papa Francisco señala en el texto que «a las personas divorciadas que viven en una nueva unión es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que ‘no están excomulgadas’ y no son tratadas como tales».

El proceso, según se indica en la exhortación, deberá llevarse a cabo mediante la conversación entre el sacerdote y los fieles en fuero interno (confesión) y, en este sentido, el pontífice advierte en Amoris laetitia de la necesidad de evitar una postura rígida porque «el confesionario no es un sala de torturas».

El papa lamentó que los medios de comunicación hayan centrado su interés en esa cuestión en el detalle de si los divorciados vueltos a casar pueden o no comulgar.

«Esto me molestó y me entristeció un poco. Porque los medios no se dan cuenta de que ese no es el problema importante. La familia está en crisis, los jóvenes no quieren casarse, hay un descenso de la natalidad en Europa que es para llorar, la falta de trabajo, los niños que crecen solos… Esos son los grandes problemas», resumió el papa. EFE (I)

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