MANTA, Ecuador (AP) — Es la primera vez en la vida que no salió El Diario a las calles de Manabí en 82 años de existencia. Un periódico que es parte intrínseca de la provincia de Manabí, atrozmente golpeada por el terremoto. El domingo 17 de abril no circuló. No se pudo imprimir, en su sede de Portoviejo, una de las ciudades más golpeadas.
El terremoto lo dejó sin energía eléctrica, sin internet y sin su planta de periodistas completa.
Para volver a circular el lunes, con apenas 24 de sus 40 páginas regulares, tuvieron que alquilar plantas eléctricas y repotenciar las propias para que las rotativas puedan encenderse.
«Estamos aún trabajando con monitores de las computadoras casi rotos», dice el editor de Medios Ediasa, Jaime Ugalde.
«Los daños no fueron mayores, pero sí significativos: se cayó el tumbado, colapsaron servidores informáticos. Ninguna computadora operativa», añadió.
El secretario general adjunto de las Naciones Unidas de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia, Stephen O’Brien, llegó a Ecuador para cumplir un recorrido por las zonas arrasadas por el terremoto en la provincia de Manabí, en la costa central del país y coordinar ayuda.
A su arribo a Quito, destacó que «voy a ver personalmente la situación y el sufrimiento; ver de qué manera se puede trabajar con el gobierno nacional y los gobiernos locales y otras instituciones en solidaridad».
Añadió que busca conocer las necesidades y asegurar que la ayuda llegue a las personas que más lo necesiten, según los fondos y los recursos disponibles para aportar con albergues, saneamiento y en las labores para evitar el riesgo de enfermedades contagiosas.
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