Comerciantes que perdieron tiendas en terremoto levantan puestos en Ecuador

MANTA (ECUADOR), 22/04/2016.- Un grupo de personas habla frente una casa colapsada tras el terremoto de 7,8 de magnitud en el centro de Manta (Ecuador) hoy, viernes 22 de abril de 2016. El número de muertos por el terremoto del pasado sábado en Ecuador se elevó a 602, con 12.492 heridos atendidos, según un informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) que indica que 130 personas siguen desaparecidas. EFE/CHRISTIAN ESCOBAR MORA

Manta (Ecuador), (EFE).- Decenas de comerciantes que perdieron su negocio en la ciudad ecuatoriana de Manta por el terremoto comenzaron hoy a levantar con piedras y palos improvisados puestos en los que aún no saben qué venderán o de dónde sacarán la mercancía.

El lugar escogido es una explanada junto al barrio de Tarqui, el más afectado de la ciudad por el terremoto, donde los futuros puestos se delimitan con piedras que representan las imaginarias paredes y en el suelo el nombre de quienes ocupará el lugar.

Al espacio han llegado en las últimas horas mantenses que tenían zapaterías, tiendas de bisutería, peluquerías y otras tantas actividades con las que se ganaban la vida y que la semana pasada se convirtieron en escombros con el terremoto de 7,8 grados que causó al menos 602 muertos y 12.492 heridos, según datos oficiales.

Gloria Cadena, propietaria de una tienda de pulseras, pendientes y collares hasta el sábado pasado, vigila el espacio que se ha conseguido tras horas de espera y cuenta a Efe que aún no sabe qué venderá a partir de ahora, pero lo importante es que ya tiene un sitio desde el que empezar de nuevo.

«Hemos venido a improvisar, a poner aunque sea ahí un pedacito de nuestro negocio, ya que no tenemos como ‘solventar’ a nuestras familias, no tenemos comida», declara.

El comercio también era el sustento de Isabel Madero, una zapatera que espera crear un negocio similar con calzado que le presten vecinas para vender.

Descontenta con la idea del Gobierno de incrementar impuestos para financiar la reconstrucción del desastre que dejó el terremoto, Madero prefiere que los bancos tengan una gracia con ella y el resto de pequeños empresarios para que les aplacen durante unos meses el pago de las deudas contraídas.

«No decimos que no vamos a pagar, pero pedimos un tiempo para coger y poder pagar porque no podemos ahora», expone.

Además de los pequeños comerciantes, otras tiendas no demasiado afectadas por el sismo, como ferreterías o talleres de mecánica, han reabierto hoy sus puertas en Manta, donde están en oferta las carretillas para retirar escombros. EFE (I)

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