Rescate de los balseros de Jama abre cuestión sobre estado de los museos en Manabí

Piezas rescatadas en el Museo de Jama, luego del terremoto. Fotos de Nicolás Ontaneda para La República.

Jama.- Fue Carlos Arcos Cabrera, el novelista, la primera persona que luego del terremoto pensó en los balseros del Museo de Jama y se preguntó el estado en el que quedaron después del sismo.

Según él mismo escribió, luego de presentarse en el museo y comprobar que estaba cerrado, se dirigió al municipio (que funciona provisionalmente bajo una carpa en el mercado de la ciudad) para buscar a Raquel Farías, la directora del sitio que guarda esa importante colección arqueológica de la costa del Pacífico.

Raquel Farías recuerda la intervención del escritor Arcos Cabrera con mucha emoción pues él organizó a un grupo de voluntarios que de forma inmediata se apersonaron en el museo y recogieron las piezas que cayeron de las vitrinas, las embalaron y codificaron minuciosamente para guardarlas. Incluso, recuerda Farías, tuvieron la prevención de tomar fotografías de cada una de las piezas rescatadas.

Luego de esta primera intervención, tanto el escritor Arcos Cabrera como la directora del museo contactaron a las instituciones competentes para que envíen personal especializado. Así es como una delegación del Instituto Nacional de Patrimonio, encabezada por Vinicio Rhon se desplazó a Jama para iniciar un operativo de rescate de las piezas.

Piezas rescatadas en el Museo de Jama, luego del terremoto. Fotos de Nicolás Ontaneda para La República.
Piezas rescatadas en el Museo de Jama, luego del terremoto. Fotos de Nicolás Ontaneda para La República.

Rhon comentó a este portal que efectivamente la intervención de los voluntarios dirigidos por Arcos Cabrera fue de mucha rigurosidad a la hora de levantar y clasificar las piezas para guardarlas en cajas y mantenerlas seguras.

Esta iniciativa, que nació de la sociedad civil, fue fundamental para, luego del aturdimiento ante la catástrofe, convocar a las instancias estatales llamadas a precautelar el patrimonio histórico y cultural.

Actualmente, Jorge Marcos, prestigioso arqueólogo, catedrático y director de arqueología de la ESPOL, intenta organizar a un grupo de expertos para realizar un rescate más técnico de las piezas. Según Raquel Farías más de la mitad de las piezas del Museo de Jama sufrieron daños a causa del terremoto (la colección estaba conformada por un poco más de 400 piezas).

La idea, según ha declarado Marcos, es lograr que el equipo especializado de la ESPOL, en coordinación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio, haga viable la intervención de un restaurador profesional.

El caso de Jama es el más conocido debido a la intervención que hizo Arcos Cabrera y sus voluntarios, sin embargo, existen importantes colecciones arqueológicas también en Manta, Portoviejo, Bahía y una pequeña en Pedernales. Jorge Marcos está especialmente preocupado por la colección de Bahía, que era muy importante y que se encuentra en un edificio con graves y drásticas afectaciones estructurales.

Raquel Farías, directora del Museo de Jama. Fotos de Nicolás Ontaneda, para La República.
Raquel Farías, directora del Museo de Jama. Fotos de Nicolás Ontaneda, para La República.

Este diario conversó con Fabian Abad, el director provincial de patrimonio, para la circunscripción de Manabí, del Ministerio de Cultura y Patrimonio. «Sólo 76 piezas no fueron afectadas por el terremoto» comenta, respecto del Museo de Jama. Confía que las demás se puedan restaurar y piensa que la mejor opción es que el personal de la ESPOL capacite a restauradores de La Pila (sector entre Portoviejo y Jipijapa, conocido por los artesanos de cerámica) para rescatar las piezas que sufrieron daños. En todo caso, esa es una decisión que deberá tomar el Ministerio de Cultura, probablemente en su más alto nivel jerárquico.

Una de las piezas más importantes del museo de Jama, llamada El Sacrificio, que consiste en el degollamiento de una mujer, está rota. Abad pidió no toparla hasta contar con ayuda especializada.

Según Abad, el 50% de las piezas del Museo de Portoviejo están afectadas, el 50% de las de Manta y, sin duda, la colección más afectada es la de Bahía. En Pedernales había una colección de 400 piezas pero es posible que la afectación a causa del terremoto haya sido muy grande ya que la misma biblioteca de esa ciudad ha desaparecido totalmente. De momento se evalúa el estado de todas las colecciones y se han activado los seguros para que también se hagan cargo del tema. «Mucha gente no quiere que esas piezas se vayan a Guayaquil», comenta Abad. En ese sentido, la mejor opción podría ser restaurarlas en Manabí.

Esto supone problemas a nivel organizativo ya que los museos de Manabí están a cargo de la dirección cultural del Guayas. Por eso espera que la posesión del nuevo ministro de Cultura, Raúl Vallejo, suponga una respuesta inmediata a nivel de toma de decisiones para determinar la forma más adecuada de rescatar estas colecciones arqueológicas, de tanta importancia para el país. Esta, sin duda, puede ser una de las principales decisiones que deberá tomar el flamante ministro en los siguientes días. (I)

Vitrinas del Museo de Jama. Fotos de Nicolás Ontaneda para La República.
Vitrinas del Museo de Jama. Fotos de Nicolás Ontaneda para La República.

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Por Miguel Molina Díaz

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