Berlín refuerza control sobre sus servicios secretos por el «espionaje amigo»

El Gobierno alemán reforzará los controles internos sobre los servicios secretos como consecuencia de los escándalos revelados por el llamado «espionaje amigo» a países aliados y una presunta connivencia con esas prácticas entre los departamentos implicados de Alemania y Estados Unidos.

El Consejo de Ministro aprobó hoy un proyecto de ley orientado a redefinir los márgenes de actuación del Servicio Federal de Información (BND) -los servicios secretos exteriores- que implicará al estamento judicial en las decisiones de especial relevancia de ese departamento.

A este fin se creará un gremio de control, que estará integrado por dos jueces y un fiscal del Tribunal Supremo, a cuya competencia quedará autorizar o no determinadas acciones relacionadas con países aliados, incluidas instituciones de la Unión Europea (UE).

Este tipo de operaciones no están estrictamente prohibidas, pero sólo se autorizarán, de acuerdo con el proyecto de ley, bajo condiciones muy rigurosas y en caso de estricta necesidad, en interés de la seguridad interna o externa del país.

El texto de la normativa establece, asimismo, que tales acciones podrán autorizarse para preservar «la capacidad operativa de Alemania» o para obtener información «esencial» para su seguridad.

Con ello se pretende extremar los controles sobre el BND, tras el escándalo por presunta connivencia con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense en la captación de datos de políticos o instituciones aliadas.

La iniciativa gubernamental sigue al cúmulo de escándalos en torno al espionaje masivo de la NSA sobre ciudadanos o países aliados, revelados a raíz de los documentos filtrados por el exanalista de la CIA, Edward Snowden, en 2013.

El caso causó serios problemas en el eje transatlántico y motivó una disculpa por parte del presidente de EEUU, Barack Obama, quien aseguró que tales prácticas no se repetirían.

Del rifirrafe bilateral entre Berlín y Washington -tras descubrirse que la NSA tuvo pinchado incluso un teléfono móvil de la canciller Angela Merkel- se pasó al siguiente escándalo, al revelarse que el BNE estuvo observando las comunicaciones de embajadas y otros departamentos de la UE, así como de EEUU.

El entramado se complicó aún más, a extremos de cuestionarse los controles sobre el BNE, ya que a continuación se supo que la parte alemana había ayudado activamente a la NSA en el espionaje a los aliados.

Se creó con el objetivo de esclarecer estas actividades una comisión investigadora del Bundestag, mientras se produjeron sucesivos relevos entre los mandos de los servicios secretos.

La comisión de secretos oficiales extendió, por su parte, estas investigaciones a la propia central del BND para tratar de esclarecer estas cuestiones, interrogar a algunos miembros del departamento y consultar sus actas.

El proyecto de ley entrará en el trámite parlamentario para ser sometido a la votación de la cámara baja (Bundestag), donde se estima logrará la aprobación por amplia mayoría desde las filas de la gran coalición que lidera Merkel. EFE (I)

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