LONDRES (AP) — El líder del Partido Independentista del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés), Nigel Farage, anunció el lunes su dimisión como máximo responsable de la formación, alegando que ha conseguido su ambición política de hacer que Gran Bretaña abandonase la Unión Europea.
Farage fue un elemento clave en la campaña a favor del «Brexit» — un juego de palabras en inglés con el que se conoce popularmente a la salida de Gran Bretaña del bloque — e hizo especial hincapié en la cuestión migratoria. Un criticado cartel electoral en el que aparecían miles de migrantes apiñados en la frontera junto a las palabras «Breaking Point» («Punto de ruptura») recogía los temores que llevaron a muchos británicos a votar por abandonar la UE.
«La victoria de la opción ‘salir’ en el referéndum significa que mi ambición política se ha logrado», dijo Farage. «Entré a esta lucha desde el mundo empresarial porque quería que tuviéramos un nación autónoma, no para convertirme en un político de carrera».
Esta es la segunda vez que Farage deja la dirección del UKIP, pero esta vez asegura que es la definitiva.
En declaraciones a periodistas, Farage que conservará su escaño en el Parlamento Europeo para ver cómo se desarrollan las negociaciones para la salida de Gran Bretaña del bloque tras la decisión adoptada en un referéndum el pasado 23 de junio. Defendió sus burlas hacia otros legisladores en una sesión extraordinaria la semana pasada argumentando que quería que se escuchase la voz de Gran Bretaña.
La inestabilidad política se ha adueñado de Gran Bretaña desde la consulta. El primer ministro, David Cameron, que hizo campaña en favor de permanecer en la UE, anunció que renunciará al cargo tras la derrota en las urnas. Su partido inició una competencia para sustituirlo, en la que no participa el que a priori era el máximo favorito, el exalcalde de Londres, Boris Johnson. El Partido Laborista, en la oposición, también atraviesa problemas, con su líder, Jeremy Corbyn, aferrándose al puesto a pesar de haber perdido un voto de confianza de los legisladores de la formación.
«Aunque vamos a abandonar la Unión Europea los términos de nuestra salida no están claros», apuntó Farage sobre su decisión. «Si el gobierno retrocede mucho y el Partido Laborista se distancia de muchos de sus votantes, entonces los mejores días del UKIP están por llegar».
Antes el lunes, el máximo responsable del Tesoro británico dijo que planea recortar el impuesto de sociedades en Gran Bretaña a menos del 15% para animar a las empresas a invertir y aliviar las preocupaciones de los empresarios tras la salida del país de la Unión Europea decidida a través de un referéndum.
George Osborne señaló que este recorte quiere destacar que Gran Bretaña «sigue abierta a negocios» a pesar del resultado de la consulta. Una reducción de cinco puntos porcentuales dejaría la tasa británica en línea con la de la vecina Irlanda, que está en el 12,5%.
En declaraciones al diario Financial Times, Osborne dijo que hay que sacar partido de la situación e instó al Banco de Inglaterra a emplear su poder para evitar «una contracción del crédito en la economía».
Algunas empresas con sede en Londres están considerando la posibilidad de trasladarse a otras ciudades como Dublín, Ámsterdam, Fráncfort o París para beneficiarse del gran mercado común de la UE.