Decenas de personas se acercaron hoy al Hotel Castelar de Buenos Aires, donde Federico García Lorca se hospedó durante seis meses en 1933, para rendir homenaje al escritor con la lectura de algunos de sus poemas en el 80 aniversario de su muerte.
En un acto organizado por el propio hotel y el círculo Podemos de Buenos Aires, los asistentes leyeron en voz alta y acompañaron con instrumentos los poemas del artista granadino, tras participar en una visita guiada por la habitación 704 del hotel, en la que Lorca se hospedó.
Luego, acompañados de una banda de gaitas gallegas, los participantes salieron a la calle para repartir folletos con poesías del también dramaturgo, que fue fusilado en 1936 por las tropas franquistas en su Granada natal.
«Lorca representó un movimiento de vanguardia cultural en Buenos Aires. Vino y aportó esa hermandad, ese ida y vuelta cultural entre Argentina y España», explicó a Efe Soledad Palomino, portavoz del círculo Podemos de Buenos Aires.
Tal y como recordó Palomino, el Hotel Castelar fue el epicentro de la visita del poeta español a la capital argentina, desde donde recorrió y disfrutó la ciudad en un momento de ebullición política y social tanto en el país austral como en España.
El homenaje coincide con la decisión de la jueza argentina María Servini de Cubría, que desde hace años investiga violaciones de los Derechos Humanos en España durante el franquismo, de investigar la desaparición del poeta, a raíz de una denuncia presentada por La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Según la portavoz, se trata de un «paso importante» para la Justicia argentina, que, recordó, tiene gran experiencia en aspectos relacionados como el terrorismo de Estado, las desapariciones o la tortura que sufrieron tanto el pueblo argentino como el español durante el siglo pasado.
«En España se debería de acelerar el proceso para investigar estos hechos», opinó Palomino, quien entendió que en este caso la Justicia argentina va por delante de la española a la hora de investigar los delitos contra la humanidad que se perpetraron durante la dictadura franquista.
Para la dirigente, el acto cultural de hoy cobra más importancia todavía después de la decisión judicial. EFE (I)