Banco de Alimentos: una propuesta empresarial con alma

Foto LaRepublica.ec Alfredo Kasdorf y Verónica Sión

Guayaquil.- Alfredo Kasdorf, (Argentina, 1961), asesor de la Red Global de Bancos de Alimentos, (Global FoodBank Network, GFN) se encuentra de visita en Guayaquil para participar como conferencista en las charlas formativas del «Jubileo de la Misericordia en la práctica empresarial», promovidas por la Arquidiócesis de Guayaquil.

La República dialogó con él y con la Vicepresidenta del Banco de Alimentos Diakonía, Verónica Sión.

AK: Mi visita viene a través del Banco de Alimentos Diakonía, que nació en el 2011, y  que reparte más de doscientos mil kilos de alimentos al año a 44 organizaciones, las que asisten a casi diez mil personas. Que están haciendo un trabajo fenomenal, pero que puede crecer mucho más. Existe mucho apoyo por parte de las empresas y realmente se está dando la solución a mucha gente.

Quiero rescatar el trabajo tan importante que ha hecho el Banco con el terremoto que ocurrió en abril de este año, donde 1.000 voluntarios han distribuido 500 toneladas de alimentos, lo que hacen en dos años. Y eso es gente con capacidad y con ganas de actuar. Ecuador desperdicia muchos alimentos y creo que se pueden rescatar muchos más. Vine a dar a conocer esta labor y a pedirles que se comprometan, no solamente con alimentos, sino con bienes, con servicios, con capacidad, con ideas. Lo que me gusta del Banco de Alimentos es que realmente multiplican el apoyo que les das. El Banco de Alimentos Diakonía es un banco certificado por la Red Global de Bancos de Alimentos, que es quien certifica los procesos y la calidad de los procesos en 900 bancos de alimentos en 32 países.

Estéfani Espín ayudando en colecta Foto Johnattan Bedón / La República
Estéfani Espín ayudando en colecta, Foto Johnattan Bedón / La República

LR: Usted viene del sector privado. ¿Cómo fue que llegó a involucrarse con una institución como el Banco de Alimentos?

AK: «Yo siempre estuve en el lado privado, y en el año 2002 empecé a trabajar en el área comercial de una empresa  de agronegocios en Argentina, que  era una empresa realmente distinta, en el sentido de que estaba comprometida con el bienestar de las personas y las comunidades con las que nosotros desarrollábamos nuestra actividad. Y por ello, en el año 2005, creamos un departamento que se llamó Compromiso con la Comunidad y del que yo me hice cargo y ése fue mi aprendizaje».

«Aparte de lo social, la empresa tiene que tratar bien a su gente, pagarle bien, ver que se desarrolle, que crezca, tiene que ser una empresa que paga todos sus impuestos, y entonces nosotros establecimos allí esos parámetros, o esos pilares de acción, y en un momento, me llegó el pedido de una donación de soya del Banco de Alimentos de Tandil, pues producíamos soya. Pero nosotros como empresa queríamos aportar a la educación, enseñar a pescar, pero no dar el pescado, y la primera respuesta mía fue no, porque eso es dar el pescado.»

«Pero teníamos como misión ante un pedido, ir al lugar y conocer la realidad, así que fui y conocí el Banco de Alimentos, y me encontré con una institución muy seria, con gente muy comprometida, y finalmente le donamos el camión de soya. Entonces al mes recibí un email en donde me rendían todo lo que habían hecho con esa soya, a cuánta gente habían atendido, cómo la habían transformado en alimento, cómo había sido. Yo me quedé sorprendido, eso me cambió un poco la visión. Después, también aprendimos que si uno quiere educarse bien, tiene que tener la capacidad de educarse, sino está bien comido, no tiene el cerebro bien desarrollado. El primer paso para educarse es estar bien alimentado. Y así empezó mi relación con el Banco de Alimentos.»

«Con el tiempo me fui involucrando más, me invitaron a ser parte de la Red Argentina de Bancos de Alimentos, que son 16 bancos y una red que los nuclea.  Y me involucré en la directiva, después fui Presidente del Consejo de Administración y luego fui invitado a formar parte de la junta de la Global FoodBank Network, GFN, como asesor para los bancos de Latinoamérica. Así, en ese rol, fue como conocí Ecuador, y he estado en el Banco de Alimentos Diakonia ya tres veces».

Banco de Alilmentos Diakonía  visitan Muisne, Pedernales y Pueblo Viejo, Esmeraldas, Manta, Portoviejo, llevando  cargados de kits de ayuda a las zonas afectadas..
Banco de Alilmentos Diakonía  visitan Muisne, Pedernales y Pueblo Viejo, Esmeraldas, Manta, Portoviejo, llevando  cargados de kits de ayuda a las zonas afectadas..

LR: ¿Cuál es la propuesta de ustedes hacia el empresariado como Banco de Alimentos?

AK: «La propuesta nuestra es invitar a las empresas, a través de esta experiencia, a cambiar la realidad, no solo de las personas, sino de las comunidades, queremos presentar al empresariado una alternativa seria, positiva, comprobada. El modelo del banco de alimentos es bueno, y queremos ser mejores, más efectivos, más profesionales para poder ayudar a mucha más gente».

«Y creo que el rol de las empresas es fundamental para que se logre esto, y no hace falta ser el número uno de la empresa, yo creo que cada uno desde su posición, tiene un margen y una oportunidad para hacer cosas distintas. Lo que está pasando en el mundo, en el caso del hambre y la pobreza, no puede ser posible. Que nosotros estemos desperdiciando un treinta por ciento de los alimentos que producimos, 1.300 millones de alimentos que se tiran, mientras tenemos 400 millones de personas con hambre».

«Algo tiene que ser distinto, y en ese sentido, las empresas tienen una oportunidad de realmente hacer algo distinto y poder subsanarlo, no como culpables, sino como partes de la solución. Esta situación se dio por muchos factores, no es culpa de las empresas, pero sí creo que los empresarios pueden jugar un rol distinto en esto. Y parte por cómo lo piensa la empresa en el largo plazo, en que tiene que compartir valores, sueños, que tienen que pensar en el bienestar de las personas».

«En cambio, cuando uno piensa un negocio, el único punto es la rentabilidad, hay que vender y tener una rentabilidad muy grande lo más rápido posible, pero esto es algo completamente distinto. Yo creo que en este momento hacen falta más empresas y menos negocios, la empresa tiene  que hacer buenos negocios, pero a favor del bienestar del hombre, no a pesar. Y esa es la gran diferencia que yo planteo entre empresa o negocio».

Banco de Alimentos Diakonía
Banco de Alimentos Diakonía

Yo veo una oportunidad en esto, es la primera vez que la humanidad tienen la capacidad, tiene los recursos, para realmente cambiar la realidad.De ahí que la Doctrina Social de la Iglesia nos muestre un camino espectacular y que otra gente lo ha seguido y con mucho éxito, yo no voy contra de que hay que ganar plata, hay que ganar plata, pero se puede hacer las cosas bien.

LR: Yo pienso que todo lo bueno que uno hace en la vida, se le devuelve. ¿Cómo siente usted que se le ha devuelto todo lo bueno que usted ha dado?

AK: Yo en lo personal, creo que tengo el mejor trabajo del mundo. Cuando  me vinculé con el Banco de Alimentos me sentí muy útil como parte de la Red. Por suerte, tuve la oportunidad de conocer mucha gente de ésa que come en los comedores, ésa gente muy humilde, esa señora que no tiene nada y abre su puerta para que más gente venga. Yo me siento afortunado de la posición en que estoy y creo que ese agradecimiento hay que llevarlo a algún lado.

LR: ¿Cuál es su mensaje para los líderes empresariales del Ecuador?

AK: Mi mensaje a los líderes sería decirles que tienen un rol más comprometido y que pueden cambiar, que hay que pensar en el largo plazo, hay que pensar en la persona, hay ciertas partes en el mundo donde hay tanta indigencia o hambre que no es sostenible en el futuro, eso se puede mejorar, estamos en capacidad de mejorarlo, yo creo que se necesita del compromiso de todos, esto no es algo de un iluminado dirigente político, sino de que toda la sociedad tiene que entender que ésto es el cambio.

Verónica Sión considera que es necesario que el empresariado comprenda «que la gestión nuestra no está relacionado con la filantropía, sino con la responsabilidad social, empresarial, es un tema de consciencia, de cultura. Y lo interesante es que nuestro modelo de negocios permite vincular varios pilares, por ejemplo, al empresario le evitas incurrir en más costos, no tiene que mandar gente a retirar productos de las perchas, de las islas, gastar en transporte. Me gusta hablar de que nuestra solución es integral».

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María Rosa Jurado, fotos Larepublica.ec y Banco de Alimentos Diakonía.

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