Llega ola chilena a San Sebastián

El director chileno Fernando Guzzoni durante una conferencia de prensa en la 64a edición del Festival de Cine de San Sebastian donde promueve su película ''Jesus'', en San Sebastián, España, el miércoles 21 de septiembre de 2016. Hasta siete películas chilenas se presentan este año en San Sebastián. (Foto AP/Alvaro Barrientos)

SAN SEBASTIÁN, España (AP) — La cinematografía chilena es la más representada de Latinoamérica este año en San Sebastián, el festival de cine más importante de España.

Una de ellas, «Jesús», de Fernando Guzzoni, compite en la sección oficial y su nombre suena con fuerza para llevarse la Concha de Oro a mejor película, en pugna con «Playground» de Polonia y las españolas «La reconquista» y «El hombre de las mil caras».

También se presentan «Aquí no ha pasado nada» de Alejandro Fernández Almendras y «Neruda» de Pablo Larraín, que la semana pasada fueron anunciadas como las apuestas chilenas para obtener una eventual nominación a los Goya y los Oscar, respectivamente.

Otras de las películas chilenas son «El Cristo ciego» de Christopher Murray, «Rara» de Pepa San Martín, «El viento sabe que vuelvo a casa» de José Luis Torres Leiva y «El extraño», un cortometraje de Pablo Álvarez.

Algunos de estos filmes están basados en situaciones y episodios reales de la historia reciente de Chile, una circunstancia que los cineastas del país no ven casual.

«El cine chileno está atravesando un momento extraordinario, con directores que han hecho una apuesta valiente para contar el momento político del país y con películas que describen perfectamente los hechos que pasan en Chile», dijo Larraín cuya «Neruda» retrata la persecución política de la que fue sujeto poeta galardonado con el Nobel. «Cada uno jugamos de manera individual, pero todos pateamos al mismo arco».

Para Constanza Arena, directora ejecutiva de CinemaChile, la agencia de promoción cinematográfica del país, los realizadores tienen una «mirada escrutadora» sobre los hechos actuales y del pasado.

«Lo realizan con un lenguaje visual moderno, muy de búsqueda innovadora y de ir a la raíz de los personajes, de sus emociones», dijo Arena.

Por su parte Guzzoni apuntó también al interés del público por estas películas para explicar el momento por el que pasa la producción cinematográfica chilena.

«La sociedad está ávida de entender lo que está pasando en el país. El cine está empezando a tomar el pulso a la sinrazón capitalista de Chile», dijo Guzzoni.

El director chileno Fernando Guzzoni, centro, y los actores Nicolás Durán y Alejandro Goic, derecha, durante una conferencia de prensa en la 64a edición del Festival de Cine de San Sebastian donde promueven su película ''Jesus'', en San Sebastián, España, el miércoles 21 de septiembre de 2016. Hasta siete películas chilenas se presentan este año en San Sebastián. (Foto AP/Alvaro Barrientos)
El director chileno Fernando Guzzoni, centro, y los actores Nicolás Durán y Alejandro Goic, derecha, durante una conferencia de prensa en la 64a edición del Festival de Cine de San Sebastian donde promueven su película »Jesus», en San Sebastián, España, el miércoles 21 de septiembre de 2016. Hasta siete películas chilenas se presentan este año en San Sebastián. (Foto AP/Alvaro Barrientos)

El director define «Jesús» como el «reflejo de las fracturas y las fisuras del pueblo chileno». La cinta, protagonizada por Nicolás Durán y Alejandro Goïc, toma inspiración en el caso Zamudio, el asesinato de un joven homosexual que conmocionó al país en 2012.

«Fue un acto abyecto y enseguida se etiquetó a los que lo perpetraron como neonazis, pero yo hice una investigación del entorno de los victimarios y no eran neonazis. La víctima y los que le mataron venían de la misma extracción social, de los mismos lugares, fue un crimen ente iguales», expresó Guzzoni, que en 2012 se destacó en este mismo festival con su ópera prima «Carne de perro».

Guzzoni lamentó el fracaso de lo que a su parecer es un sistema excluyente en el que la ausencia de diálogo está provocando una «violencia subterránea» en Chile.

La misma mirada crítica domina en «Aquí no ha pasado nada», de Fernández Almendras, quien hace dos años presentó entre elogios su anterior largometraje, «Matar a un hombre».

«Hay un deseo social de razonar y entender la realidad», explica el cineasta, cuya película, también con Alejandro Goïc en el reparto y Agustín Silva, se inspira en otro caso real, el de Martín Larraín, hijo del político chileno Carlos Larraín, quien se vio implicado en un atropello mortal en 2013 y por el que fue absuelto.

«Lo político y lo social han entrado con fuerza en el cine chileno, que está reflejando el descontento que hay en el país», añadió Fernández Almendras, que ejerció el periodismo antes de dedicarse al cine.

Tanto Guzzoni como Fernández Almendras confían en que el reconocimiento al cine chileno sirva para potenciarlo.

«El gran problema del cine latinoamericano es que no consumimos nuestras películas. Para muchos productores es inviable poner en marcha películas», indicó Guzzoni.

No obstante Fernández Almendras reconoció: «el cine chileno ya no lleva pantalones cortos». «Hay directores que trabajan fuera del país con éxito y con una postura propia», agregó.

(F)

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