API – Damián Díaz está en el ojo del huracán. Su comportamiento del fin de semana pasado lo obligó a salir este viernes a apagar el incendio y hacer su descargo ante la opinión pública. Asegura que no es un jugador violento y que jamás intentó denigrar a los jueces del partido entre Barcelona y Deportivo Cuenca.
«Es la segunda vez que me expulsan aquí. Yo no tengo ningún problema con el tema de la raza. Muchos de mis amigos son de color, jamás quise ofender a nadie. Yo amo mucho este país y jamás voy a ofender a nadie. Si alguien se sintió ofendido, pido disculpas», expresó Díaz en presencia de la prensa.
Además, el crack amarillo siente que a él se lo trata con dedicatoria y que se exageran las cosas. «Me duele mucho que se haya tratado el tema tan mal. Yo siempre tengo respeto a todos. Yo jamás he tirado un beso a nadie, se deben haber confundido con un gesto que hice. Yo vivo el fútbol así, no se si porque soy Díaz se toma esto como algo grande», finalizó. (D)