Las fuerzas antiterroristas iraquíes se situaron hoy en el extremo oriental de la ciudad de Mosul (norte), en la décima jornada de la ofensiva para arrebatar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) su principal feudo en Irak.
El portavoz de las fuerzas antiterroristas, Sabah al Nuaman, dijo a Efe que sus unidades se están preparando para avanzar hacia los «objetivos establecidos» en la segunda fase de la campaña militar para recuperar el control de Mosul, aunque no especificó cuándo comenzará esta fase.
Asimismo, destacó el «avance notable» registrado por las fuerzas antiterroristas, que expulsaron a los extremistas de amplias zonas después de tomar el control de Bartala, Bazauia y Al Qilaa en los pasados días.
Las unidades especiales se están aproximando a la zona de Kok Yili, situada en el extremo oriental de la ciudad de Mosul, añadió Al Nuaman.
El portavoz detalló que sus fuerzas pudieron evacuar a unas 200 familias residentes en la zona y que entre ellas se registraron algunos heridos después de que el EI bombardeara con morteros a los civiles durante su marcha.
Por otra parte, un jefe de las fuerzas antiterroristas, Fadel al Beruari, aseguró a Efe que las fuerzas se están aproximando a la ciudad de Mosul y se ubican a cinco kilómetros de la misma.
Al Beruari explicó que sus hombres lograron expulsar al EI de la zona de Al Qilaa y establecieron su control sobre los cuarteles usados por el EI en esta área, que se ubica en el frente este de la batalla de Mosul, la cual se desarrolla en varios ejes en torno a la urbe.
Las fuerzas antiterroristas encontraron en Al Qilaa una red de túneles empleados por los extremistas para trasladarse desde esta zona hasta el interior de Mosul, algo que hacían en motocicletas según el uniformado.
Por otro lado, el dirigente de las unidades de la Policía Federal, el mariscal Raid Shaker Yaudat, declaró a Efe que sus fuerzas avanzaron hacia las comarcas de Al Shura y de Hamam al Alil, a unos 25 kilómetros al sur de Mosul.
Esas fuerzas trabajan para mantener sus posiciones sobre el terreno recientemente conquistadas y seguir avanzando, en preparación a irrumpir en las dos comarcas y hacerse con su control, explicó Yaudat.
Asimismo, añadió que las familias de Al Shura se han visto desplazadas de forma masiva por los combates y han huido hacia las posiciones del ejército y las fuerzas de seguridad, y la policía federal evacuó a 30 familias de la localidad de Tel Hafa en el día de hoy.
En Bagdad, el comité de Derechos Humanos del Parlamento iraquí denunció hoy que el EI ha ejecutado a 232 civiles al sur de Mosul, 190 de ellos residentes de la zona de Hamam al Alil.
Mientras, la Comandancia de las Operaciones para la Liberación de Nínive, provincia de la que Mosul es capital, informó de que las tropas iraquíes conquistaron la localidad de Saf al Tut, al sur de Mosul, e izaron la bandera nacional sobre los edificios gubernamentales de la población.
Por su parte, las fuerzas kurdas «peshmergas», apoyadas por la coalición internacional liderada por EEUU, arrebataron hoy al EI dos localidades situadas al norte de Mosul (norte), y abatieron a 13 yihadistas, según el comandante Gayaz al Suryi.
Las poblaciones de Dirka y Shenshi pertenecen a la comarca de Bashiqa, a 14 kilómetros al norte de Mosul, donde las tropas kurdas están concentrando sus operaciones en estos momentos.
El coronel Mohamed Zaki, del batallón de tanques del ejército kurdo, dijo a Efe que sus fuerzas siguen cercando la localidad de Al Fadliya, situada cerca de Bashiqa, para asaltarla en las próximas horas.
Zaki subrayó que hay decenas de familias retenidas por el EI en la zona y que sus fuerzas mataron a siete yihadistas en enfrentamientos en el área entre Bashiqa y Fadliya, mientras que un soldado «peshmerga» murió.
Por su parte, la ONG Norwegian Refugee Council anunció hoy que el número de desplazados por la violencia alcanza las 10.500 personas, la mitad de ellas niños, y necesitan ayuda humanitaria tras haber abandonado sus hogares por los combates.
Asimismo, en la zona de Al Qayara, unos 50 kilómetros al sur de Mosul, pozos de petróleo y una fábrica de azufre siguen ardiendo después de que el EI les prendiera fuego, por lo que unos 1.000 residentes han necesitado asistencia sanitaria.
La organización está trabajando en los campos de desplazados en los alrededores de Mosul, distribuyendo raciones de comida, agua potable, artículos higiénicos y para bebés, además de prestar asistencia legar a los refugiados.
La ofensiva contra Mosul comenzó el pasado día 17 con un ataque por los frentes norte, este y sur de la urbe, por los que las fuerzas gubernamentales han ido avanzando lentamente. EFE (I)