Trump, Manuel Zelaya y el presidente hondureño serán «quemados» en Nochevieja

Fotografía del 27 de diciembre de 2016, de los monigotes del presidente de Honduras Juan Orlando Hernández (i), la figura del año viejo (2i), el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump (2d) y el expresidente hondureño Manuel Zelaya (d), confeccionados por David Romero y exhibidos para su venta en la Plaza Central de San Pedro Sula (Honduras)

Tegucigalpa, 29 dic (EFE).- El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, el expresidente de Honduras Manuel Zelaya y el actual gobernante hondureño, Juan Orlando Hernández, serán «quemados» durante la Nochevieja de 2016, en una reprobación del arte popular al quehacer de esos y otros personajes políticos.

La «quema» de Trump, Zelaya y Hernández, entre otros personajes políticos, se hará en ciudades como Tegucigalpa (centro), San Pedro Sula (norte), y Choluteca (sur), donde artesanos locales desde hace varios años elaboran monigotes que representan a reconocidas figuras nacionales o extranjeras, que son rellenados con cohetes y morteros.

Los monigotes, que además simbolizan el «Año viejo», son quemados a las doce de la noche tiempo local (06.00 GMT) para despedir el año que finaliza y recibir el que comienza.

En Tegucigalpa, la imagen de Donald Trump será quemada en al menos dos barrios, La Ronda y el Manchén, por sus amenazas proferidas durante su campaña electoral contra los inmigrantes indocumentados, entre los que figuran miles de hondureños que intentan llegar de manera ilegal a Estados Unidos.

En La Ronda, el artesano Julio César Ordóñez dijo a periodistas que elaboró un monigote de Trump tras un «consenso en el barrio» sobre quién sería el personaje que este año será quemado, por su anunciada política migratoria, aunque en su opinión el próximo presidente estadounidense no es malo, sino «claro en sus políticas».

Ordóñez indicó que él pensaba quemar una imagen del expresidente de Cuba Fidel Castro, o la del cantautor mexicano Juan Gabriel, ambos fallecidos este año, pero sus vecinos del barrio La Ronda se inclinaron por Donald Trump, cuya cabeza de monigote la representa una fotografía enmarcada, adornada con un gorro rojo de Santa Claus.

Trump luce un traje gris, corbata roja y camisa clara con rallas también grises.

Ordóñez muestra la imagen de Trump en una acera de una escuela pública del barrio, donde pide de los transeúntes cualquier contribución económica, para lo que dispone de una improvisada alcancía hecha de una lata de leche forrada con papel.

La misma suerte correrá Trump en el barrio El Manchén, donde además será quemado un muñeco grande representando a un emigrante hondureño, ambos elaborados por Humberto Cerrato, quien además tiene el don de ser ventrílocuo, lo que aprovecha como valor agregado para quienes llegan a ver sus creaciones.

Los diálogos, algunos llevados a agrias discusiones, entre Trump y los emigrantes, por ejemplo, hacen reír a los visitantes de Cerrato, quien también recibe contribuciones económicas.

Además, imita al artista mexicano Mario Moreno «Cantinflas», no solo en su voz, sino también con su corte de barba y particular modo de vestir, que lo hizo famoso en el cine.

En San Pedro Sula, otro artesano, Adolfo Sarmiento, se gana algún dinero en estos días con monigotes de personajes como Donald Trump, Fidel Castro, el expresidente hondureño Zelaya (derrocado mediante un golpe de Estado el 28 de junio de 2009) y el actual gobernante de Honduras.

En el caso de Sarmiento, la mayoría de monigotes los hace por encargo a personas particulares de San Pedro Sula u otras regiones del país, que los quemarán cuando finalice el presente año.

Sarmiento lleva once años dedicado a esa actividad y según explicó a Efe, el coste de los monigotes oscila entre los 350 y 600 lempiras (de 14,8 a 25,3 dólares), dependiendo el personaje y el atuendo adicional que pida el cliente, quien pondrá por su cuenta la pólvora para quemarlos.

Uno monigote de Trump, con la bandera de EE.UU. cruzada en el pecho, tiene un coste de 600 lempiras, indicó Sarmiento.

En la sureña ciudad de Choluteca, Valentín Soriano lleva más de 20 años elaborando muñecos de trapo que representan al «Año viejo» para ser quemado el 31 de diciembre.

Este año, el personaje escogido para representar en un monigote el 2016 es el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien es mostrado luciendo una gorra amarilla, lentes con aro negro y un mensajes parodiando al gobernante que dice: «Voy a hacer lo que tenga que hacer fusilando al pueblo con más impuestos en mi poder».

El gobernante hondureño también será «quemado» en el sector de Germania, en el extremo sur de Tegucigalpa, donde el artesano Luis Lagos dijo a Efe que igual suerte correrá el designado presidencial (Ricardo Álvarez), porque «se han portado mal con el pueblo hondureño».

Hernández y Álvarez serán, junto con la figura del año viejo, las tres cabezas de una gigantesca bestia.

«Nosotros estamos molestos por la difícil situación de inseguridad, violencia y desempleo, Juan Orlando Hernández y Ricardo Álvarez han hecho un mal gobierno», enfatizó Lagos, quien es propietario de un modesto taller de tapicería y carpintería.

Agregó que invirtió unos 30.000 lempiras (1.269 dólares) en elaborar los monigotes que serán quemados para despedir el 2016. EFE

(E)

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