La Batalla de Stalingrado: donde cambió el rumbo de la historia

Soldados soviéticos celebran la rendición del ejercito nazi en Stalingrado.

Hoy se cumple el 74º aniversario de la Batalla de Stalingrado, uno de los momentos más importantes de la Segunda Guerra Mundial. Fue un enfrentamiento bélico entre el ejército nazi y las fuerzas soviéticas. Los primeros realizaron una ofensiva para hacerse con el control de la ciudad de Stalingrado, actual Volgogrado, un lugar estratégico. La batalla tuvo lugar entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943 y se llevó la vida de más de dos millones de personas entre los que se encontraban soldados de ambos bandos y civiles soviéticos. Además hubo más de 600.000 heridos y enfermos.

Tropas alemanas marchan en Stalingrado.

La Batalla de Stalingrado

Se considera como la batalla que cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial. El momento en el que el ejército de Hitler comenzó a flaquear y a retroceder. A partir de este momento hubo una serie de enfrentamientos con miles de tanques y tropas rusas en Kursk, que fue la derrota definitiva de los alemanes en territorio que en aquel momento era la Unión Soviética.

Para comprender la importancia de la Batalla de Stalingrado tenemos que ponernos en situación. En 1942, en plena guerra, todo iba viento en popa para Hitler y su ejército. Prácticamente toda la Europa Continental estaba en manos del Tercer Reich o formaba parte de su alianza. Fuera de Europa, el norte de África también estaba dominado por la Italia fascista y grupos locales de similar ideología. Mucho más lejos, el Imperio de Japón, apoyado por Alemania, controlaba parte de China.

Las tropas alemanas luchaban en una ciudad devastada por los bombardeos.

Lugar estratégico

Rusia, o la Unión Soviética en esa época, estaba aminorando cada vez más sus fuerzas frente al ejército nazi. Inglaterra seguía la misma suerte y los ánimos estaban cada vez más bajos. Hitler, sabedor de que estaba ganando la guerra, decidió dar la puntilla a su rival y subir desde el Cáucaso, en el sur de Rusia. Además, esta zona era estratégica ya que le daría acceso a los pozos petrolíferos y llegar al mar Caspio. Tendrían el control total para llegar a Asia.

Stalingrado tenía una importante industria militar y una estratégica red de ferrocarriles, ya que era el punto de unión para unir el mar negro y el Cáucaso con Moscú.

Sin embargo la toma de Stalingrado fue mucho más compleja de lo que Hitler imaginaba. La batalla, como hemos indicado, duró varios meses y, lo peor para el ejército alemán: llegó el invierno. La ciudad no disponía de puente para cruzar a la otra orilla, pero en los meses de frío el río se congela por completo y permite el paso. El líder nazi, más allá de retroceder y renunciar a la ciudad, siguió con su intención de hacerse con ella, ya que era de una gran importancia estratégica.

Soldados soviéticos.

El invierno clave

A partir de noviembre comenzó una gran ofensiva soviética y acabaría una y otra vez con los intentos del ejército rival de atacar y hacerse con la ciudad. Este fracaso tuvo una gran importancia más allá de la batalla en sí, ya que hizo que muchos oficiales alemanes comenzaran a cuestionar a Hitler y a dudar de la victoria.

Stalin conocía las intenciones de Hitler y ordenó destruir los pozos petrolíferos en caso de que las tropas alemanas consiguieran avanzar hacia el norte. Pero eso no ocurrió. El tiempo jugaba en favor de los soviéticos que estaban mucho más preparados y equipados para luchar en el frío invierno. El ejército nazi, por su parte, creían que la batalla iba a ser rápida y no tenían ni ropa, ni alimentos, ni equipamiento alguno para la época fría.

El mandatario soviético desplegó tropas desde Moscú hacia el sur, para frenar y combatir el posible avance alemán que nunca logró hacerse con Stalingrado.

Para muchos está fue la batalla que cambió el rumbo de la guerra. Hubo más, claro, pero esta fue la derrota que dejó marcado al ejército nazi. A partir de aquí la Unión Soviética y Stalin comenzaron a coger moral para derrotar a su rival. Eso sí, pese a que el ejército soviético venció en la Batalla de Stalingrado, tuvo más bajas que el ejército del Eje. Fue una de las batallas más sangrientas y con más muertes de la historia.

Soldados alemanes muertos a causa de la fuerte ola de frió del invierno ruso.
Soldados alemanes rendidos a las fuerzas soviéticas.

Stalingrado por nueve días

Como curiosidad, esta ciudad se llamó Stalingrado entre 1925 y 1961 en honor a Stalin. Esto no es algo único, ya que muchas ciudades rusas cambiaron de nombre a lo largo del siglo XX. Un ejemplo, quizás el más famoso, es el de San Petersburgo, que llegó a llamarse Petrogrado y posteriormente Leningrado (en honor a Lenin). La peculiaridad de esta ciudad, en la actualidad Volgogrado, es que desde 2013, durante nueve días cada año, pasa a llamarse nuevamente Stalingrado. Además, a partir de 2018 y para conmemorar el 75 aniversario de la batalla, pasará a llamarse así durante todo el mes de febrero y en los años venideros.

Las tropas soviéticas empezaron una ofensiva a gran escala que terminó con la rendición de Berlin y el fin de la guerra en Europa.
Tropas soviéticas festejan el final del asedio a Stalingrado.

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