El opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado desde hace tres años, afirma que no se arrepiente de haberse entregado a las autoridades, pese al juicio que tuvo después, y que la cárcel «le ha hecho mejor líder».
«He comprendido que los cálculos políticos sobraban y que había que asumir un riego en pro de la libertad de Venezuela», afirma López en una entrevista que publica hoy el diario español La Razón, con motivo del tercer aniversario de su encarcelamiento.
López, líder de Voluntad Popular, fue condenado en 2015 a casi catorce años de prisión por delitos de instigación pública, asociación para delinquir e incendio, en relación con los incidentes violentos registrados durante una marcha antigubernamental que había convocado en febrero de 2014.
El político ha respondido a las preguntas del periódico a través de pequeños trozos de papel que ha ido entregando a las personas que pueden visitarlo en la prisión.
Sobre el futuro político de Venezuela, el líder opositor se muestra seguro de que «se puede vencer al Gobierno (de Nicolás Maduro), pero se necesita estrategia y determinación».
López (45 años) se muestra optimista respecto al cambio político en Venezuela, ya que, en su opinión, «no hay ningún poder que pueda contener durante mucho tiempo la voluntad de cambio de un pueblo», pero afirma que debe estar «organizado y movilizado» y considera que ese cambio debe hacerse «antes de que haya un estallido social».
Venezuela sufre una importante crisis política, con una división entre el Gobierno oficialista de Maduro y una Asamblea Nacional controlada por la oposición de la MUD.
Pero también una fuerte crisis económica, agravada por el descenso de los precios del petróleo, una de sus principales fuentes de ingreso.
Leopoldo López, preso en la Cárcel de Ramo Verde, próxima a Caracas, se muestra partidario de la negociación y el diálogo, pero considera que el que ofreció el Gobierno de Maduro a la oposición el pasado año «estuvo planteado bajo condiciones inaceptables». EFE