¿Filtró el Fiscal General?

A mediados de noviembre de 2016 el asambleísta Christian Viteri demostró que el susodicho informe panameño no llegó el 29 de septiembre, después de la salida de Pareja, sino el 26 de septiembre, a las 12:28, según el sello de recepción de la oficina de asuntos internacionales de la Fiscalía, pese a lo cual recién fue enviado al fiscal inferior a cargo del caso, Franklin Bravo, tres días después (el 29 de septiembre, cuando Pareja ya había viajado al exterior).

Ante las críticas de Viteri, el fiscal general dijo a Expreso “que no cree que se haya filtrado la información desde la Fiscalía, pero que ya solicitó un seguimiento a los teléfonos celulares de varias personas, incluidos los de funcionarios de la Fiscalía”.

Hasta ahí lo no controvertido.

Pareja Yannuzzelli dice ahora que fue el propio fiscal general quien le avisó aquello de la información panameña, y que sobre esa base decidió salir del país. Le imputa, pues, un muy feo delito, de fraude procesal (…los que, estando obligados por razón de su oficio, [al] esclarecimiento del acto punible, oculten… …la verdad, con propósito de favorecerlos, COIP, art. 272, 2º párrafo).

En cambio, de ser falso lo dicho por Pareja, este habría agregado, al rosario de infracciones de las que se lo acusa, la calumnia.

Este tema no puede quedarse en tuits o boletines de prensa. Tiene que decidirse en lo judicial. Como no es previsible que el propio fiscal general se autoinvestigue (sobre la supuesta filtración), solo le queda enjuiciar a Pareja por calumnia. Para salvarse de la pena, este tendría que demostrar que sus imputaciones son veraces (COIP, art. 182).

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