Reelección de Evo Morales vuelve a polarizar Bolivia

El Presidente de Bolivia, Evo Morales, sonríe durante el cierre de campaña por el "Sí", en El Alto, Bolivia, el miércoles 17 de Febrero de 2016. (AP Foto/Juan Karita)

LA PAZ (AP) — Miles de manifestantes marchaban el martes en varias ciudades de Bolivia a favor y en contra de una tercera reelección de Evo Morales en medio de otras protestas contra el presidente, que lleva 11 años en el poder.

El incidente más notable de la jornada ocurrió cuando un grupo de cocaleros opositores al gobierno apedrearon el escenario donde se iban a congregar los oficialistas. En el resto de las calles, las marchas fueron pacíficas.

Bajo la consigna «21F Día de la Mentira» —que recuerda el referendo de hace un año que Morales perdió por estrecho margen y que lo dejó inhabilitado para postularse a las elecciones de 2019— el Movimiento al Socialismo y sindicatos afines convocaron a movilizaciones para impugnar aquel resultado, que atribuyen a una campaña de mentiras de la oposición. «No vamos a permitir que las mentiras vuelvan a afectar a nuestro presidente. Hoy es el día desagravio», dijo el ministro de Justicia Héctor Arce ante miles de personas que apoyan una nueva postulación de Morales.

En tanto, los opositores llamaron a respetar la voz de las urnas rechazando cualquier artilugio legal que pueda impulsar la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, para habilitar una posible reelección de Morales. «¡Bolivia dice no, no es no! ¡No más Evo; queremos algo nuevo!», fueron los estribillos que gritaban mientras hacían su paso miles de personas en contra de la relección de Morales en diferentes ciudades bolivianas.

De acuerdo con la constitución aprobada por el actual gobierno en 2009, Morales está imposibilitado para ser candidato. El líder indígena gobierna desde 2006 en uno de los mandatos más largos de la historia del país.

La compulsa callejera tiene lugar en medio de las protestas de un grupo de cocaleros que rechazan una nueva ley de coca y marchas antigubernamentales de la Central Obrera Boliviana, que agrupa a una gran cantidad de trabajadores por otras demandas. Las calles del centro de La Paz estaban colapsadas el día de las marchas.

Morales cumplió con su agenda y en un discurso público agradeció a los movimientos sociales por su apoyo. «No se trata de ganar por ganar. Se trata de cambiar Bolivia con obras», expresó.

Desde que perdió el referendo por el 2,6% de los votos, la popularidad de Morales ha mermado por escándalos de supuesta corrupción y un retroceso de la economía. Una encuesta de enero reveló que 74% de la población rechaza la relección del mandatario, pero Morales ha dicho que tiene el apoyo de sindicatos y movimientos sociales para volver a postularse.

Según analistas, la fortaleza del mandatario reside en su buena gestión económica con un promedio de crecimiento de 5% anual gracias a los buenos precios de las materias primas y una oposición débil y fragmentada que carece de líder y de un proyecto alternativo.

«Evo dejó de ser un mito, ya no es invencible. Si vuelve a postular no tendría una mayoría legislativa como la actual», dijo a The Associated Press el analista político y profesor universitario Franklin Pareja. Agregó que aunque no hay una oposición capaz de polarizar con Morales, la presión podría trasladarse a las calles.

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